Marcar el paso con devoción

No es nueva la fama que tiene Madrid como receptora de gentes de toda España. Las tradiciones e influencias que han llegado así a la capital se sienten en la Semana Santa: cada procesión es de su padre y de su madre. Es decir, que entre las 17 procesiones que recorrerán a partir del Jueves Santo la ciudad las habrá de estilo castellano, malagueño o sevillano.Habrá imágenes que desfilarán sobre los hombros de los costaleros y otras sobre ruedas. Sí hay una característica común a todas ellas y es que se trata de una tradición recuperada en los años cuarenta. Aun así, las 21 procesiones que se re...

No es nueva la fama que tiene Madrid como receptora de gentes de toda España. Las tradiciones e influencias que han llegado así a la capital se sienten en la Semana Santa: cada procesión es de su padre y de su madre. Es decir, que entre las 17 procesiones que recorrerán a partir del Jueves Santo la ciudad las habrá de estilo castellano, malagueño o sevillano.Habrá imágenes que desfilarán sobre los hombros de los costaleros y otras sobre ruedas. Sí hay una característica común a todas ellas y es que se trata de una tradición recuperada en los años cuarenta. Aun así, las 21 procesiones que se reparten las calles de Madrid desde el pasado viernes 3 hasta el sábado 11 de abril congregarán cerca de un millón y medio de fieles, según estimaciones del Ayuntamiento.

La más concurrida. De todas las procesiones de Madrid, es sin duda la del Cristo de Medinaceli la que más devotos congrega, pues otros años ha llegado a reunir a 700.000 fieles, muchos de los cuales acuden el primer viernes de cada mes a besar los pies de esta imagen, que se guarda en la basílica que lleva su nombre. Es ésta una procesión de estilo castellano o devocional: significa que la gente que acompaña la imagen de Nuestro Padre Jesús el Nazareno de Medinaceli lo hace en cumplimiento de una promesa. Ésta, la imagen, circula en una carreta con ruedas que arrastran los devotos.

Las que salen a hombros. Tanto el Cristo del Gran Poder como la Macarena salen de la iglesia de San Isidro encima de costaleros que, en el caso de la Macarena, suman 40, y en el del Cristo, 30. Soporta cada uno de estos hombres un peso de 50 kilos sobre el costal: es un trapo que se enrolla desde la cabeza hasta el hombro, la parte del cuerpo que debe soportar el peso del paso durante las seis horas que dura el recorrido. Aunque para una emergencia, siempre hay un costalero de refresco. Es decir, de repuesto.

Son estas dos procesiones de estilo sevillano y de las llamadas estéticas: por su grandiosidad, su solemnidad y su magnificencia. Y es la Macarena una Virgen de vestir: así se llaman a las que no son una talla entera, sino que se trata de una especie de maniquí fabricado para ser vestido. Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, una talla de José R. Fernández Andes, y María Santísima de la Esperanza, de Antonio Eslava Rubio, hacen una estación ante el Santísimo, en el monasterio de las Carboneras.

Las que van en carroza. Una de las procesiones más típicas es la del Silencio, que organizan los Cruzados de la Fe, y en la que ahora desfilan cinco tallas, aunque llegó a tener 20 pasos que reproducían los misterios de la Pasión. Estas cinco imágenes van sobre una carroza empujada por los devotos. Lo mismo que El Divino Cautivo, la procesión del barrio de Salamanca, que saca una talla de Mariano Benlliure sobre un carro de hierro fabricado también en el taller de este escultor. Diez son las personas que se ocupan de arrastrarlo. Es ésta una de las pocas procesiones que sale de un colegio (el colegio Calasancio), aunque se recoge en la iglesia del Carmen.

En carroza sale además la Soledad de San Ginés, una imagen del siglo XVIII que desfila en una procesión de estilo castellano y cierra la Semana Santa madrileña el Sábado Santo.

Con carroza sale el Santo Entierro, que lleva además un palio de respeto: se trata de una urna vacía que lleva ocho hermanos detrás. Era ésta una procesión que organizaba la antigua Hermandad de Carpinteros, la de San José.

Una, en trono. La imagen de Jesús el Pobre va sobre una base que recibe el nombre de andas y que tiene estilo de trono malagueño. El trono se apoya en varales, que es con lo que cargan los 30 anderos o portadores de este paso. Es ésta una procesión de barrio, que cuenta con muchos devotos entre los vecinos de la calle de Toledo y aledaños, por donde circula la procesión. La imagen de Jesús, Nazareno el Pobre es una talla del siglo XVIII de la casa de Medinaceli y de autor anónimo.

La más madrugadora. La única de las procesiones que desfila por la mañana es la de la Virgen de la Dolorosa, que sale a las ocho de la mañana. Este año además estará acompañada por 60 tambores.

Las de la periferia. De la parroquia de San Andrés, en Villaverde, sale la procesión de Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad. Suele ser normal en casi todas las procesiones que la Virgen acompañe a un Cristo en la misma procesión. En Carabanchel se celebra también una Procesión del Silencio, que convoca la Hermandad de Santiago Apóstol. Salen un total de seis pasos en esta procesión.