Tribuna:

Sólo rumores

La Bolsa vivió ayer de rumores, aunque supo traducirlos en pesetas contantes y sonantes que situaron el nivel del negocio en 165.699 millones de pesetas y el índice general en otro máximo, pese a la apertura con pérdidas de Wall Street. [El mercado neoyorquino cerró con un retroceso de 40,10 puntos (0,48%) y el índice Dow Jones en 8.370,10]. La inversión a corto plazo espera que la política de la banca española se mueva al mismo ritmo que sus operaciones y por ello declaraba como inminente una operación de compra a cargo del Banco Bilbao Vizcaya.La cotización del pr...

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La Bolsa vivió ayer de rumores, aunque supo traducirlos en pesetas contantes y sonantes que situaron el nivel del negocio en 165.699 millones de pesetas y el índice general en otro máximo, pese a la apertura con pérdidas de Wall Street. [El mercado neoyorquino cerró con un retroceso de 40,10 puntos (0,48%) y el índice Dow Jones en 8.370,10]. La inversión a corto plazo espera que la política de la banca española se mueva al mismo ritmo que sus operaciones y por ello declaraba como inminente una operación de compra a cargo del Banco Bilbao Vizcaya.La cotización del propio banco y las de sus dos posibles presas, el Central Hispano y el Popular, subieron con fuerza y tiraron del mercado. Por otra parte, estaba la posibilidad de que Telefónica haya recuperado la línea de sus alianzas internacionales, rumor que también le valió a la operadora española una fuerte revalorización en la Bolsa.

El Banco Bilbao Vizcaya desmintió cualquier operación y Telefónica no confirmó las suyas, pero las posiciones estaban tomadas y será hoy cuando haya que hacer cuentas atendiendo a la posible dilatación de los plazos y a que las ganancias conseguidas ayer ya fueron un premio suficiente para muchos. En el caso del BBV, parece más que posible que los rumores de movimiento tuvieran como base el baile de consejeros que la entidad sí que anunció por la tarde, mientras que sobre Telefónica todo apuntaba a un intento de ganar tiempo.

La concentración del interés y de la actividad en torno a los grandes valores dejó al resto del mercado a verlas venir y produjo una clara ruptura entre valores grandes y pequeños que parece confirmar la necesidad, ya planteada, de dividir el mercado continuo en dos partes completamente diferenciadas, lo que en la práctica supone crear los corros informatizados y llevar a ellos a un buen número de sociedades.

El mercado de deuda se inclinó por los recortes en los precios y la rentabilidad a 10 años subió hasta el 5,18%, mientras que el diferencial con Alemania terminaba la jornada en 0,23 puntos.

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