Tarde de nervios
Las bolsas europeas dieron la vuelta en pleno proceso alcista y terminaron la sesión con recortes o con avances mínimos. El mercado español pasó de ganar 5,81 puntos en el índice general de Madrid a perder 4,43 sin previo aviso y sin que, al parecer, hubiera más razones que la propia altura de los precios, aunque resulta poco creíble que tantos mercados compartan un mismo criterio.La Bolsa de Nueva York fue esta vez detrás de los acontecimientos. Tras una apertura al alza de 50 puntos, terminó por asumir la tendencia de los mercados europeos y perdió 12,46 puntos (0,15%) al cierre. El índice D...
Las bolsas europeas dieron la vuelta en pleno proceso alcista y terminaron la sesión con recortes o con avances mínimos. El mercado español pasó de ganar 5,81 puntos en el índice general de Madrid a perder 4,43 sin previo aviso y sin que, al parecer, hubiera más razones que la propia altura de los precios, aunque resulta poco creíble que tantos mercados compartan un mismo criterio.La Bolsa de Nueva York fue esta vez detrás de los acontecimientos. Tras una apertura al alza de 50 puntos, terminó por asumir la tendencia de los mercados europeos y perdió 12,46 puntos (0,15%) al cierre. El índice Dow Jones quedó en 8.117,25 puntos.
La única nota discordante en el conjunto de los mercados la ponía el dólar, claramente a la baja frente a las monedas europeas. En el cambio con la peseta perdió más de dos unidades y al cierre se cruzaba a 151,50, y con el marco cedía tres centésimas para cotizar a 1,7866. La divisa japonesa, el yen, después de una apertura firme, perdió terreno y al concluir la jornada volvía a los niveles del día anterior, 123,67 por dólar.
Al margen de la tónica general, hubo unos cuantos valores que consiguieron mantener la orientación alcista y, entre ellos, destacaron los bancos Santander y Bilbao Vizcaya, los dos que parecen llamados a ser los impulsores de cualquier proceso que se dé en el sector, y ayer no se descartaba ninguno.
En el mercado se especula mucho estos días con la posible desinversión por parte de los grupos bancarios para tener listo el talonario en cualquier momento. Aunque la reacción negativa sufrida ayer afectó a todas las bolsas, había quien trataba de explicarla mediante el temor a una acumulación de papel en determinadas sociedades y el lógico deseo de estar en otras.
Fuera de las apuestas, lo cierto es que el nivel del negocio ascendió hasta los 190.262 millones de pesetas, una cifra que está entre las más altas de este ejercicio. La volatilidad de la renta variable y de las divisas no afectó a la deuda, mercado en el que la rentabilidad sólo varió una centésima al alza.