Ardanza decidirá a fin de mes si mantiene su plan para abrir una fase de diálogo con HB

El lehendakari José Antonio Ardanza decidirá a finales de este mes, tras pulsar la opinión de todos los partidos del bloque democrático, si sigue adelante o da carpetazo a lo que él denomina la "segunda fase" del Pacto de Ajuria Enea, en la que, de ser respaldada su iniciativa, se iniciaría un proceso de diálogo con el entorno de ETA siempre y cuando la banda armada asumiese previamente una tregua. El objetivo de Ardanza es alcanzar con los partidos vascos un pacto renovado antes de dejar la presidencia del Gobierno. Las elecciones autonómicas están previstas para octubre. Sólo así, según fuen...

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El lehendakari José Antonio Ardanza decidirá a finales de este mes, tras pulsar la opinión de todos los partidos del bloque democrático, si sigue adelante o da carpetazo a lo que él denomina la "segunda fase" del Pacto de Ajuria Enea, en la que, de ser respaldada su iniciativa, se iniciaría un proceso de diálogo con el entorno de ETA siempre y cuando la banda armada asumiese previamente una tregua. El objetivo de Ardanza es alcanzar con los partidos vascos un pacto renovado antes de dejar la presidencia del Gobierno. Las elecciones autonómicas están previstas para octubre. Sólo así, según fuentes de Ajuria Enea, se alejaría el riesgo de ruptura del acuerdo rubricado en enero de 1988. La posibilidad de entrar en un diálogo "sin límites" al que además se sumaría Herri Batasuna, queda totalmente condicionada, por parte del lehendakari, a que ETA deje de matar.

El anuncio de que el jefe del Gobierno central, José María Aznar, pudiera plantear la próxima semana al líder de la oposición, Joaquín Almunia, un frente común para condicionar el plan del lehendakari preocupa en Ajuria Enea. Tanto el presidente del Ejecutivo y del PP como el secretario general del PSOE ven con gran recelo, sobre todo en las actuales circunstancias, esta iniciativa. Si los dos partidos mayoritarios hicieran un frente común, como se intenta desde La Moncloa, Ardanza tendría que replantearse la "segunda fase" del acuerdo.A finales de este mes, una vez pulsadas todas las opiniones del arco democrático vasco, Ardanza tiene previsto conovocar una reunión del Pacto. En ella anunciará si mantiene o archiva su proyecto. El Gobierno central y el PSOE creen tajantamente que ahora no es momento de abordar ningún diálogo con HB. El ensañamiento de ETA en los últimos meses ha condicionado totalmente la expectativa de un consenso.

El lehendakari, en cualquier caso, reanudará la próxima semana la ronda de contactos con los partidos vascos, y la coronará con sendas citas con los líderes políticos nacionales en las que sondeará las posibilidades reales que tiene su plan de pacificación, que él presenta como una profundización del Pacto. Todos sus interlocutores conocen ya el texto de su propuesta, si bien sólo dispone de un ejemplar el presidente del Ejecutivo. El lehendakari se lo dejó sobre la mesa en La Moncloa el 17 de enero, durante la reunión que ambos mantuvieron junto con el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y el presidente del PNV, Xabier Arzalluz. La ronda de Ardanza finalizará precisamente con un nuevo encuentro con Aznar, días antes de que en Euskadi se reúnan los integrantes del Pacto.

El texto plantea una profundización del Pacto de Ajuria Enea a través de un diálogo político sin límites entre los partidos democráticos vascos, diálogo que, en una segunda fase, se abriría a HB. Las conclusiones comunes alcanzadas en este escenario deberían ser aceptadas por el Gobierno central, según el texto de Ardanza. Con ello, el lehendakari trata de cerrar el contencioso político permanente entre los partidos no nacionalistas y los nacionalistas sobre la suficiencia o no del Estatuto vasco. Este conflicto pendiente desde la transición quedaría zanjado, pues, con un diálogo abierto al máximo, en el que cabría cualquier propuesta política, incluida la del derecho a la autodeterminación. El consenso sólo se abriría a HB una vez que ETA dejara las armas.

Dentro del País Vasco, a Ardanza sólo le queda la consulta con el Partido Popular. Sus contactos con el resto de las fuerzas democráticas han resultado fructíferos, según todas las fuentes consultadas. De hecho, los consultados están preparando ya propuestas sobre la base del texto del lehendakari. Para finales de mes, una vez culminada la ronda con una cita con el líder del PSOE y con el presidente del Gobierno, Ardanza estaría en condiciones de decidir si continúa adelante o archiva el proyecto.

El panorama es incierto. Los partidos vascos coinciden en que la crisis del Pacto está llegando al límite, y Ardanza quiere encauzar su renovación antes de las elecciones autonómicas de octubre, para que su sucesor -probablemente Juan José Ibarretxe- tenga las condiciones más favorables. Todos los partidos coinciden en que Ardanza se ha ganado un amplio margen de confianza como árbitro en los diez años de vida del Pacto.

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Unidad y discreción

Su propuesta, sin embargo, disgusta al Gobierno del PP y provoca recelos en la dirección federal del PSOE. Los socialistas la ven inoportuna. Ponen el acento en la necesidad de mantener la "unidad y discreción" en este momento y juzgan "disparatado" plantearse ahora la posibilidad de hablar de diálogo con HB. El PSOE está dispuesto a debatir sobre pacificación, pero adelanta que no aceptará nada que vaya más allá del marco de la Constitución y del Estatuto de Gernika. Tampoco está dispuesto a abrir, hoy por hoy, un diálogo con HB.En Euskadi, tanto Nicolás Redondo Terreros como Jesús Eguiguren o Mario Onaindía encuentran asumible la participación en el debate e incluso no descartan desempeñar un papel de mediador entre el PNV y PP vasco, muy enfrentados en la política antiterrorista. Desde la dirección federal del PSOE se adelanta, no obstante, que en caso de contradicción entre las posiciones de las ejecutiva vasca y la federal, predominaría la de esta última.

Por parte del Gobierno central y del PP nacional se contempla con preocupación que, de resultas de la renovación del Pacto de Ajuria Enea, "se dé aún más color nacionalista a los contenidos de la política vasca". De ahí que Aznar intente acercar sus posiciones y las del PSOE para a su vez condicionar al PNV.

En el encuentro que la próxima semana celebrarán Aznar y Almunia ambos tratarán de superar los conflictos arrastrados y arreciados tras su última cita en La Moncloa, el pasado mes de diciembre, en la que el secretario general del PSOE se sintió maltratado por el secretario de Comunicación del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez.

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