MOVILIZACIÓN POPULAR CONTRA ETA

Los políticos reclaman firmeza y unidad para combatir al terrorismo

Firmeza y unidad son las dos palabras más empleadas ayer por la clase política para manifestar su respuesta al atentado de ETA que acabó el viernes con la vida del concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García. Sin embargo, Alfonso Guerra, ex número dos socialista, añadió que la ambigüedad de algunos hace imposible la lucha contra el terrorismo. Diego López Garrido, secretario general de Nueva Izquierda, criticó el excesivo protagonismo que quiere tomar el Gobierno en la lucha antiterrorista.

La ministra de Justicia, Margarita M...

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Firmeza y unidad son las dos palabras más empleadas ayer por la clase política para manifestar su respuesta al atentado de ETA que acabó el viernes con la vida del concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García. Sin embargo, Alfonso Guerra, ex número dos socialista, añadió que la ambigüedad de algunos hace imposible la lucha contra el terrorismo. Diego López Garrido, secretario general de Nueva Izquierda, criticó el excesivo protagonismo que quiere tomar el Gobierno en la lucha antiterrorista.

La ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, calificó el atentado como propio "de unos delincuentes de una crueldad máxima" y subrayó que "hay que trabajar para conseguir que las Fuerzas de Seguridad del Estado se encuentren respaldadas en su trabajo y que los jueces, como han hecho ahora, apliquen la ley con todo el rigor". La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, consideró que el hecho de que el objetivo de ETA hayan sido representantes políticos supone un ataque a la democracia "pero también a la representación del pueblo, que es todavía una intención más perversa". De Palacio hizo un llamamiento a la serenidad y a la unidad como única forma de conseguir que los criminales "terminen donde tienen que estar, que es en la cárcel".

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Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, dijo que no tenía miedo "y, en este momento, nadie debe tener miedo". También se mostró convencido de que "hay una unanimidad total de todas las fuerzas políticas y grupos sociales de toda índole en contra de los fanáticos".

Protagonismo del Gobierno

Pero las palabras del secretario general del Partido Democrático de la Nueva Izquierda, Diego López Garrido, no casan con la opinión de Fraga. Según López Garrido, el protagonismo que está teniendo el Gobierno en la lucha antiterrorista debe dar paso a un protagonismo del conjunto de las fuerzas políticas, por lo que abogó por revitalizar el pacto de Madrid.En un tono muy duro se expresó el ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, quien criticó a quienes "tienen ambigüedad, confusión y ven las cosas de otra manera cuando no hay un atentado. Y eso es lo que hace imposible la lucha contra el terrorismo". "Entre atentado y atentado todos los partidos políticos, jerarquías y autoridades deberían ser uno solo contra el drama de estas personas, no sólo en estos momentos en los que todos estamos muy conmovidos", añadió.

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También criticó Guerra la actitud del clero vasco que cree que se le puede interpretar mal "si acude a expresar su dolor a las familias en oficios religiosos". "Esas cosas no sé con qué intención se hacen ni quiero juzgarlas, pero sin duda alimentan el espíritu de fanatismo y gangsterismo de los asesinos".

El coordinador general de IU, Julio Anguita, no quiso dedicar demasiadas palabras a esos delincuentes" porque "todo lo que se hable es darle propaganda a esos asesinos". Pero sí calificó como "peligrosísimas" y "cuajadas de insidias" las palabras del lehendakari José Antonio Ardanza en las que cuestionaba el papel de los políticos frente al terrorismo.

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