Mónica Lewinsky está dispuesta a declarar que fue amante de Clinton

Entre doce y veinte encuentros furtivos junto al Despacho Oval

Monica Lewinsky, de 24 años, la antigua becaria de la Casa Blanca sobre la que gira el torbellino político que amenaza a Bill Clinton, está dispuesta a declarar ante la justicia que tuvo relaciones sexuales con el presidente norteamericano en 1995 y 1996, tal como dijo en las conversaciones grabadas por su compañera de trabajo Linda Tripp y en contra de lo que escribió bajo juramento para los abogados de Paula Jones. Lo que aún no ha hecho Lewinsky es confirmar si el presidente la presionó para que lo negara todo, que es lo que busca el fiscal Kenneth Starr.

Es el abogado de Lewinsky qu...

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Monica Lewinsky, de 24 años, la antigua becaria de la Casa Blanca sobre la que gira el torbellino político que amenaza a Bill Clinton, está dispuesta a declarar ante la justicia que tuvo relaciones sexuales con el presidente norteamericano en 1995 y 1996, tal como dijo en las conversaciones grabadas por su compañera de trabajo Linda Tripp y en contra de lo que escribió bajo juramento para los abogados de Paula Jones. Lo que aún no ha hecho Lewinsky es confirmar si el presidente la presionó para que lo negara todo, que es lo que busca el fiscal Kenneth Starr.

Es el abogado de Lewinsky quien ha revelado la disposición de la joven a colaborar con la justicia. Del contenido de dicha colaboración pende el destino de Clinton, quien, de probarse que incitó a Lewinski al perjurio e intentó obstruir la marcha de la justicia, podría verse enfrentado a un proceso de impeachment (destitución). Su-ex jefe de gabinete Leon Panetta ha ido incluso más lejos al afirmar que si las acusaciones son ciertas, debería dimitir. Las cintas grabadas subrepticiamente, pero bajo tutela del FBI, con las confidencias de Lewinsky a una amiga ofrecen cada día nuevos detalles sobre la relación del presidente y sobre su compulsiva personalidad sexual. En las cintas de Lewinsky se dan detalles de los encuentros furtivos junto al Despacho Oval, de cómo practicaron "entre doce y veinte veces" el sexo oral y de que Clinton se ampara en la Biblia para mantener que esta actividad "con una mujer que no es tu esposa no constituye adulterio".

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