GENTE

SIN CALAMBRES

Camilo, José Cela, premio Nobel de Literatura, apadrinó ayer la inauguración en Madrid de la tienda Montblanc, tradicional fabricante de estilográficas desde 1906, y posteriormente de accesorios de escritorio. Cela, "uno de los úlimos escritores que jamás han escrito una palabra si no es a mano", como dijo de sí mismo, se entregó a fondo a cantar las delicias de la marca patrocinadora, con uno de cuyos ejemplares, una "sólida pluma Montblanc", regalo de su padre, escribió, hace más de cincuenta años, La familia de Pascual Duarte. A veces usó estilográficas de otra marca, pero volvió siempre "a...

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Camilo, José Cela, premio Nobel de Literatura, apadrinó ayer la inauguración en Madrid de la tienda Montblanc, tradicional fabricante de estilográficas desde 1906, y posteriormente de accesorios de escritorio. Cela, "uno de los úlimos escritores que jamás han escrito una palabra si no es a mano", como dijo de sí mismo, se entregó a fondo a cantar las delicias de la marca patrocinadora, con uno de cuyos ejemplares, una "sólida pluma Montblanc", regalo de su padre, escribió, hace más de cincuenta años, La familia de Pascual Duarte. A veces usó estilográficas de otra marca, pero volvió siempre "a ésta, que es la que nunca se me escapó de las manos". Contó el premio Nobel cómo su colega Gabriel García Márquez le hizo la apología del ordenador y cómo él se niega a ponerle la mano encima "por si da calambre", y llegó más lejos al decir que "la pluma es hoy la única herramienta de la cultura". En el acto, de connotaciones culturales, publicitarias y comerciales, estuvo presente la esposa de Cela, Marina Castaño, a quien algunas afiladas lenguas de la Academia de la ídem loan su capacidad negociadora y conocen simpáticamente como La Marina Mercante.-

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