Tribuna

El cansancio nubló el talento

Las preocupaciones de Antic. Hasta última hora Antic estuvo obsesionado con la presencia de Vieri, sabedor de que el italiano puede resolver aun jugando mal el equipo. Las preocupaciones del técnico debía extenderlas a otros aspectos poco rentables últimamente, como son: asegurar su línea defensiva, no perder el equilibrio y la contribución de Kiko, Juninho y Caminero. Decidirse por Bejbl en lugar de Vizcaíno poco iba a influir. Sacrificio. El Atlético no se fue a presionar al Madrid lejos de su área, preocupado por no dejar excesivos espacios entre la última línea y su portero. ...

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Las preocupaciones de Antic. Hasta última hora Antic estuvo obsesionado con la presencia de Vieri, sabedor de que el italiano puede resolver aun jugando mal el equipo. Las preocupaciones del técnico debía extenderlas a otros aspectos poco rentables últimamente, como son: asegurar su línea defensiva, no perder el equilibrio y la contribución de Kiko, Juninho y Caminero. Decidirse por Bejbl en lugar de Vizcaíno poco iba a influir. Sacrificio. El Atlético no se fue a presionar al Madrid lejos de su área, preocupado por no dejar excesivos espacios entre la última línea y su portero. La contribución ofensiva de los laterales fue calculada. Para controlar el centro del campo con suficiencia le bastó el trabajo de Bejbl y el sacrificio de Juninho, Kiko y Caminero para recuperar posiciones defensivas. Además, arrancar desde esas situaciones facilitó el juego de ataque.Inteligencia. Aparte del entusiasmo lógico, el Atlético sumó una gran inteligencia al desarrollo de su juego durante la primera mitad. La aportación de Juninho y Kiko fue determinante. El brasileño, iniciando desde atrás, conectaba con Kiko con relativa facilidad. Lardín contribuyó en las tareas de organización moviéndose entre líneas. A Caminero sólo le faltó un poco de precisión para ver rentabilizado con sobresaliente sus acciones.

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Impulsos. En la segunda parte al Atlético aunque empezó bien, le faltó la inteligencia que demostró en la primera. El cansancio nubló el talento. Los esfuerzos no fueron coordinados, se perdió el equilibrio y acabó jugando a impulsos de su corazón. Hasta el Final fue previsible. A raíz del gol, se cayó en el error de acumular demasiado personal por delante del balón. Esto, incluso, le dio opciones claras al Madrid cada vez que recuperaba el balón. La fe. En su afán por marcar, dejó demasiada separación entre sus líneas. La participación de algunos jugadores disminuyó considerablemente, sobre todo en la faceta creativa. No obstante, mantuvo la fe.

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