Vapores de alcohol en órbita

El alcohol no está bien visto en órbita: sus vapores pueden dañar los equipos espaciales, sobre todo el sistema de regeración del aire de la estación espacial. Pero siempre se puede hacer alguna excepción. La tripulación (dos astronautas rusos y un estadounidense) de la Mir, en órbita a 400 kilómetros de altura sobre la superficie de la Tierra, brindó con alcohol a las cero horas del primero de enero de 1998. Verdad es que en España aún faltaban dos horas para el Año Nuevo, ya que en la estación orbitalrusa todo se hace de acuerdo con el horario de Moscú.Por la televisión se vió una gran botel...

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El alcohol no está bien visto en órbita: sus vapores pueden dañar los equipos espaciales, sobre todo el sistema de regeración del aire de la estación espacial. Pero siempre se puede hacer alguna excepción. La tripulación (dos astronautas rusos y un estadounidense) de la Mir, en órbita a 400 kilómetros de altura sobre la superficie de la Tierra, brindó con alcohol a las cero horas del primero de enero de 1998. Verdad es que en España aún faltaban dos horas para el Año Nuevo, ya que en la estación orbitalrusa todo se hace de acuerdo con el horario de Moscú.Por la televisión se vió una gran botella de champaña flotando en la estación orbital, pero era una réplica hinchable. El problema es que los especialistas afirman que es simplemente imposible beber vino espumante en la ingravidez. Sea como fuere, los astronautas tuvieron alcohol, brandy, llevado de contrabando con la complicidad de quienes cargaron en Tierra la nave de suministros Progress con destino a la Mir. Pero durante la sesión de telecomunicación conel Centro de Control de Vuelos no abrieron la botella, dejándola para disfrutarla cuando ya no los viera nadie desde la Tierra.

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La fiesta también fue según la tradición: el Año Nuevo en Rusia es como la Navidad de la mayoría de los países europeos, con el árbol correspondiente y los regalos que se abren inmediatamente después de las doce de la noche. El árbol decorado -un abeto de 40 centímetros- en órbita era artificial, por supuesto, pero los regalos no, como tampoco la cena. Esta contó con vegetales y frutas frescas, jugos naturales, pescado y carne. La familia del estadounidense David Wolf le envió unos bistecs que este médico e ingeniero compartió con sus colegas.

Después de telefonear a sus respectivas familias en los primeros minutos de 1998, los astronautas debían, según el programa, irse a dormir a las doce y media de la noche. Sin embargo, los tres astronautas se pusieron de acuerdo para apagar la conexión con el Control de Vuelos, así que no se sabe a qué hora terminaron de festejar el año Nuevo.

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