Los rusos reciben con resignación el nuevo rublo

Los rusos vieron ayer de la noche a la mañana disminuidos mil veces sus rublos, pero ello no ha significado, al menos por el momento, que hayan perdido capacidad de compra. Simplemente a partir del 1 de enero, en Rusia ha comenzado a circular un nuevo rublo que tiene tres ceros menos: mil rublos antiguos ahora se han transformado en uno. A diferencia de lo ocurrido durante las otras reformas monetarias rusas, esta vez no hay señales de pánico entre la población y nadie se afana por cambiar sus antiguos rublos. La razón técnica de esta reforma, según los especialistas, es simplificar las operac...

Los rusos vieron ayer de la noche a la mañana disminuidos mil veces sus rublos, pero ello no ha significado, al menos por el momento, que hayan perdido capacidad de compra. Simplemente a partir del 1 de enero, en Rusia ha comenzado a circular un nuevo rublo que tiene tres ceros menos: mil rublos antiguos ahora se han transformado en uno. A diferencia de lo ocurrido durante las otras reformas monetarias rusas, esta vez no hay señales de pánico entre la población y nadie se afana por cambiar sus antiguos rublos. La razón técnica de esta reforma, según los especialistas, es simplificar las operaciones bancarias. El nuevo rublo tiene un valor de cerca de seis rubios por un dólar o, lo que es lo mismo, cuatro rublos por cada cien pesetas. Durante todo 1998 el antiguo rublo circulará deforma paralela al nuevo.

Pago de salarios

Por el momento, casi no se ven nuevos rublos, y los enormes atrasos en el pago de los salarios fueron cancelados por el Gobierno en las últimas horas de 1997 con rublos viejos: 14,5 billones. Esta cancelación de la deuda que el Estado tenía ante los funcionarios ha sido la principal medida de los últimos tiempos, según dijo el primer ministro Víktor Chernomirdin."Por primera vez hemos terminado el año sin deudas de salarios. Éste es un importante resultado que atañe a millones de rusos", señaló Chernomirdin, quien reconoció que 1997 había sido un año "muy dificil. El presidente Borís Yeltsin señaló que Rusia todavía está sufriendo por el paso a la economía de mercado, pero constató que "se está sobreponiendo a los dolores del crecimiento y al miedo del cambio". Yeltsin reconoció que el Gobierno no había cumplido todos sus objetivos, pero dijo estar seguro de que este año "todo saldrá bien".

El optimismo de Yeltsin y Chernomirdin está lejos de ser compartido por los especialistas. En el plano económico, muchos piensan que el problema del impago de los salarios seguirá mortificando a la población rusa, y que el presupuesto continuará siendo deficitario debido principalmente a la incapacidad del Gobierno de recolectar los impuestos. En el plano político, se espera un recrudecimiento de la lucha entre los partidarios de Yeltsin a medida que se acerca la campaña electoral para los comicios presidenciales del 2000. Y la salud del presidente, que el mes pasado tuvo que ser hospitalizado, puede ser otro elemento de inestabilidad.

En otro orden de cosas, ayer hubo tres heridos en el metro de Moscú a consecuencia de una explosión. Un maquinista entregó a las empleadas de la estación Tretiakóvskaya una pequeña bolsa olvidada en un vagón y que le pareció sospechosa. Pocos minutos después de que las empleadas llamaran a la policía, se produjo la explosión. La bolsa había sido colocada sobre unos extintores, que también explotaron, hiriendo a las empleadas.