Aznar responde a Almunia que su propuesta para indultar a etarras es "insensata y frívola"

El clima de sintonía en la política antiterrorista, aparentemente revalidado el martes en La Moncloa tras casi dos horas de reunión entre José María Aznar y Joaquín Almunia -"hay un amplio consenso", concluyó el portavoz gubernamental Miguel Ángel Rodríguez al final del encuentro-, quedó ayer un tanto resquebrajado. Aznar sorprendió a los socialistas calificando de "sorprendente, decepcionante, frívola e insentata" -términos que en absoluto llegó a emplear durante la reunión con Almunia- la propuesta que puso sobre la mesa el líder de la oposición: la concesión del tercer grado e incluso de in...

El clima de sintonía en la política antiterrorista, aparentemente revalidado el martes en La Moncloa tras casi dos horas de reunión entre José María Aznar y Joaquín Almunia -"hay un amplio consenso", concluyó el portavoz gubernamental Miguel Ángel Rodríguez al final del encuentro-, quedó ayer un tanto resquebrajado. Aznar sorprendió a los socialistas calificando de "sorprendente, decepcionante, frívola e insentata" -términos que en absoluto llegó a emplear durante la reunión con Almunia- la propuesta que puso sobre la mesa el líder de la oposición: la concesión del tercer grado e incluso de indultos a determinados presos etarras. Almunia explicó que las medidas de gracia se concederían únicamente de manera individual y a quienes acreditasen su rechazo a la violencia, y siempre en función del historial delictivo.Miembros del PP y del Gobierno, con el presidente a la cabeza, salieron en tromba para criticar la propuesta de Almunia. Con un día de retraso, desde La Moncloa se manifestaba ayer que "Almunia ha querido ir más lejos que el Gobierno en la política antiterrorista y se ha equivocado". En la misma línea, desde el Gobierno se emplazó al líder del PSOE a que concretase su iniciativa.

Replicó el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. La concesión de indultos, dijo, sería una pieza más en la política antiterrorista, añadida al régimen de tercer grado y al acercamiento de los reclusos a cárceles próximas a Euskadi, y el Gobierno no debería descartarla.

Desde La Moncloa se admite ya que la posibilidad de los indultos la planteó efectivamente Almunia en su cita con Aznar -Rodríguez reiteró que no le constaba que fuera así-, "pero", argumentan, "lo hizo de pasada", de tal manera que el presidente del Gobierno ni la tomó en consideración. El propio Aznar ponía ayer los puntos sobre las íes en declaraciones a Efe: "De la responsabilidad política de algunos dirigentes cabría esperar más sensatez. En la lucha antiterrorista, la frivolidad debe quedar desterrada".

Soares Gamboa

Fuentes socialistas señalaron a este diario que en la cita entre Aznar y Almunia se trató el asunto de los indultos y no sólo de pasada, sino que el presidente se detuvo en comentar la propuesta e, incluso, llegó a citar como ejemplo el nombre del etarra Juan Manuel Soares Gamboa, condenado por delitos de sangre y que actualmente disfruta del tercer grado penitenciario, que se ha distinguido en los últimos tiempos por su rotundo rechazo a ETA.Pérez Rubalcaba insistió en que el Ejecutivo no debe excluir los indultos dentro de la política de reinserción, sobre todo ante las nuevas condiciones políticas creadas con los golpes policiales propinados a la estructura de la banda terrorista y el debilitamiento que se observa en el entorno de ETA tras encarcelamiento de de la Mesa Nacional de HB.

Según Rubalcaba, se puede agilizar, o al menos explorar, la política de reinserción de presos como fórmula de división entre los miembros de ETA. Argumentó que la propuesta de Almunia no es gratuita y recordó que cuando el PP estaba en la oposición se oponía frontalmente a la reinserción y defendía el cumplimiento íntegro de las penas para los terroristas, y ahora, en el Gobierno, se ha visto obligado a rectificar.

El conflicto suscitado en las últimas horas, más que una confrontación de estrategias lo que ha puesto de relieve es la enorme desconfianza del Gobierno hacia el PSOE y que afecta a un punto de consenso tan importante como es la política antiterrorista.

Desde Moncloa, donde hay cierta euforia por los éxitos policiales y la mejora de la colaboración internacional en la lucha contra ETA, se mira con recelo la posición del PSOE, al que se atribuye un intento de ganar imagen y protagonismo. Así, han causado enorme malestar los consejos ofrecidos por Almunia a Aznar.

Aunque el PSOE replica que sólo pretenden colaborar con el Gobierno en una cuestión de Estado, el hecho es que Aznar no ha tenido en cuenta ninguna de las sugerencias planteadas por Almunia en su cita del martes. Aznar cree que la política penitenciaria va bien y tampoco cree necesario, en contra de lo que le ha pedido Almunia, forzar al PNV a un mayor compromiso con Interior.

Es más, Aznar respondió a Almunia que entiende la posición del PNV en la búsqueda de su propio campo en el escenario vasco. El pasado fin de semana, el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, y los dirigentes del PNV Xabier Arzalluz e Ifiaki Anasagasti dialogaron ampliamente sobre esta cuestión.

Aznar también informó a Almunia que no hay ningún movimiento, ni lo habrá en las actuales circunstancias, para un diálogo con ETA.