Tribuna:VISTO / OÍDO

Clima y sociedad

Dos manifestaciones: una contra el clima, y otra contra la televisión. No son inocentes. El clima es ahora obra humana. Hace años, cuando se comenzó a hablar de que estaba cambiando, la oficialidad del mundo lo negó y, desde luego, la televisión. Las autoridades globales tomaron medidas inútiles y grotescas contra los sprays y los frigoríficos; hallaron que los culpables eran los del Tercer Mundo. Maldita gente, siempre estropeándolo todo. Pero el Tercer Mundo español ha conocido ya dónde está el mal, que es de la contaminación industrial; y se ha cerciorado de que el clima no cambia po...

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Dos manifestaciones: una contra el clima, y otra contra la televisión. No son inocentes. El clima es ahora obra humana. Hace años, cuando se comenzó a hablar de que estaba cambiando, la oficialidad del mundo lo negó y, desde luego, la televisión. Las autoridades globales tomaron medidas inútiles y grotescas contra los sprays y los frigoríficos; hallaron que los culpables eran los del Tercer Mundo. Maldita gente, siempre estropeándolo todo. Pero el Tercer Mundo español ha conocido ya dónde está el mal, que es de la contaminación industrial; y se ha cerciorado de que el clima no cambia por El Niño, sino por el abuso que llamamos "humano". Salir a la calle para protestar es lógico. Sin embargo, aún tengo esperanzas en que el cambio de clima favorezca con sus lluvias a España: ojalá fuéramos un país lluvioso. En el supuesto de que leer historias junto al fuego, y escribirlas, sea mejor que pasear con la fresca.¿Nos refugiaríamos con la lectura, o con la televisión? No está claro. La mani contra la tele decía: "Apágala antes de que ella te apague". Aquí entra mi escepticismo: hay lecturas malas, como programas malos. Y películas, canciones, teatro. La cuestión no es apagar la televisión, sino tener poder sobre ella y quitárselo a López Amor, a Rodríguez y a Cascos, pero también a Guerra y a María Antonia Iglesias. La cuestión es buscar otro programa y borrar uno necio: hay mucha oferta con el satélite, y siempre se ve algo bueno. Tirar un programa como Umbral tira el libro malo a la piscina, o Carvallo (¿Vázquez Montalbán?) a la chimenea. Obligar a que se hagan programas que no sean estúpidos, eliminando al genio estúpido de la televisión: aunque fuera Ramón Colom. Rescatarla de la contaminación política. Quitársela a los que han ido expulsando a los buenos creadores, a los que han hecho de los grandes actores carne de cañón, a los que han dejado de comprar buenas series y buenas películas, a los que se han sometido a EE UU y no compran a Europa. Se sabe que soy optimista, y que detrás de todo esto lo que espero es un cambio de sociedad. Si parte de la sociedad se entera de dónde está el daño al clima, la trampa a la televisión, algo ganaremos.

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