GENTE

DONACIÓN SEXUAL

Las chicas que trabajan en el club privado Karin, en la ciudad holandesa de Goes, han tenido una idea, cuando, menos original, para aportar su granito de arena a la lucha contra el sida. A iniciativa de su propietaria, Madame Eversdijk, todo lo que ganen trabajando hoy viernes será donado al fondo contra la enfermedad. Eversdijk, que impone en su casa siempre el uso de preservativos, se ocupará de la intendencia -bocadillos y bebidas- de las ocho chicas y sus clientes, según ha declarado, aunque no se ha atrevido a aventurar cuánto dinero pueden sacar. La organización de la lucha contra...

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Las chicas que trabajan en el club privado Karin, en la ciudad holandesa de Goes, han tenido una idea, cuando, menos original, para aportar su granito de arena a la lucha contra el sida. A iniciativa de su propietaria, Madame Eversdijk, todo lo que ganen trabajando hoy viernes será donado al fondo contra la enfermedad. Eversdijk, que impone en su casa siempre el uso de preservativos, se ocupará de la intendencia -bocadillos y bebidas- de las ocho chicas y sus clientes, según ha declarado, aunque no se ha atrevido a aventurar cuánto dinero pueden sacar. La organización de la lucha contra el sida ha acogido con entusiasmo esta idea y está dispuesta a aceptar regalos semejantes de otras empresas del sector siempre que garanticen que practican el sexo seguro-

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