Santer vaticina una 'convergencia' europea en creación de empleo

El presidente de la Comisión Europea, el demócrata cristiano Jacques Santer, se mostró ayer convencido de que los Quince aprobarán en la próxima cumbre especial sobre el empleo un mecanismo de seguimiento del problema del paro, semejante al que se puso en marcha para crear el euro. Si entonces se fijaron unos criterios de convergencia y procedimientos de control del cumplimiento de cada Estado, con sanciones morales o económicas, ahora el modelo para incentivar el empleo será más suave.

Santer lanzó ayer una voz de alarma a los Quince pidiéndoles que hagan todo lo posible para evitar el...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El presidente de la Comisión Europea, el demócrata cristiano Jacques Santer, se mostró ayer convencido de que los Quince aprobarán en la próxima cumbre especial sobre el empleo un mecanismo de seguimiento del problema del paro, semejante al que se puso en marcha para crear el euro. Si entonces se fijaron unos criterios de convergencia y procedimientos de control del cumplimiento de cada Estado, con sanciones morales o económicas, ahora el modelo para incentivar el empleo será más suave.

Santer lanzó ayer una voz de alarma a los Quince pidiéndoles que hagan todo lo posible para evitar el fracaso de la cumbre europea sobre el empleo, que se celebrará el 20 y 21 de este mes en Luxemburgo "No podemos permitirnos que esta cumbre. sea un fracaso", dijo. "Pido que el Consejo de jefes de Estado y de Gobierno de la UE se ponga de acuerdo en las líneas directrices ambiciosas, precisas, cuantificables, cada vez que sea posible".La Comisión Europea ha propuesto a los Quince un catálogo de 19 medidas y recomendaciones que, si son aplicadas, permitirían, según el Ejecutivo comunitario, crear rápidamente 12 millones de empleos y de reducir la tasa de paro europea al 7% de la población activa.

Se trata de ponerse de acuerdo sobre unas líneas comunes, pero con objetivos acomodados a la situación de cada Estado. Y no habrá sanciones, aunque sí un seguimiento anual de los grados de cumplimiento, que incluirá recomendaciones a quienes no cumplan.

No se trata de un invento nuevo, sino de poner en marcha una de las disposiciones aprobadas en el Tratado de Amsterdam. Lo que quiere Santer es que su puesta en marcha se haga ya, sin esperar a que el nuevo tratado haya entrado en vigor después del largo proceso de ratificación por cada uno de los 15 socios.

"Es un sistema que ha funcionado bien en la unión monetaria y que da un cierto mecanismo de grupo para lograr cierta convergencia en la creación de empleo", aseguró.

Bruselas ha renunciado a que se apruebe un amplio catálogo de objetivos cifrados, aunque persiste en la idea de que sí se aprueben en lo que respecta a parados de larga duración, jóvenes y formación. No habrá objetivos comunes porque las realidades son muy distintas.

"Es absurdo pedir al Reino Unido. u Holanda que reduzcan los costes indirectos del trabajo porque en estos países ya son bajos. 0 que Alemania aumente la inversión en formación profesional en la empresa. 0 que España se fije el objetivo irreal de reducir el paro al 7% en cinco años", admitió Santer.

"España ya se ha fijado el objetivo de reducir el paro del 2 1 % al 18%. Eso ya es extremadamente ambicioso y si lo consigue nos felicitaremos por ello. ¿Cómo puede la Comisión pedirle más'", se preguntó el presidente.

Pero estas explicaciones no ocultaron la sensación de que las propuestas de Bruselas para la cumbre del empleo han sido recibidas con mucha frialdad por los Estados miembros.

Medidas como la obligación de ofrecer un empleo, una formación o una ocupación en los próximos 12 meses a todos los parados de larga duración, o en seis meses a los jóvenes desempleados, han sido consideradas demasiado audaces o costosas por numerosos Estados miembros, especialmente Alemania.

Theo Waigel, ministro alemán de Finanzas, piensa que un programa en favor de los jóvenes "costaría mucho dinero", cuando, según él, no hay fondos suficientes disponibles en las arcas europeas para financiar tales proyectos. Asimismo, Waigel cree que esos planes podrían poner en peligro el pacto de estabilidad presupuestaria.

Pero el presidente de la Comisión piensa que las dudas alemanas no tienen fundamento. Sin citar a Bonn, Santer subrayó que los programas nacionales aislados para luchar contra el paro han "demostrado su ineficacia". Y aseguró, una vez más, que no basta con el crecimiento de la economía para solucionar el paro en Europa y que las propuestas de la Comisión Europea tendrán un efecto presupuestario neutro para las arcas de los Estados miembros.

Archivado En