EL TEMPORAL BARRE ESPAÑA

Nadie se libró del vendaval

La tormenta de agua y viento sume en el caos a prácticamente toda la Península

Muertos y heridos, carreteras cortadas, puertos cerrados por la nieve, árboles arrancados de cuajo, postes de electricidad y teléfonos arrastrados por el viento y las aguas, casas y campos inundados, barcos amarrados a puerto, embalses desbordados... El desastre del temporal de agua y viento recorrió ayer toda la Península, con especial incidencia en Extremadura, Andalucía y la parte oriental de la Península.En Andalucía vientos de hasta 100 kilómetros por hora provocaron el caos durante la madrugada del jueves en toda la región, fundamentalmente en las provincias occidentales de Sevilla, ...

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Muertos y heridos, carreteras cortadas, puertos cerrados por la nieve, árboles arrancados de cuajo, postes de electricidad y teléfonos arrastrados por el viento y las aguas, casas y campos inundados, barcos amarrados a puerto, embalses desbordados... El desastre del temporal de agua y viento recorrió ayer toda la Península, con especial incidencia en Extremadura, Andalucía y la parte oriental de la Península.En Andalucía vientos de hasta 100 kilómetros por hora provocaron el caos durante la madrugada del jueves en toda la región, fundamentalmente en las provincias occidentales de Sevilla, Cádiz, Huelva y Córdoba, aunque no se produjeron heridos. Sí hubo que lamentar dos y de gravedad en Salou (Tarragona). Dos personas fueron alcanzadas por material de construcción derribado por los fuertes vientos. Y, aunque sin heridos, en Ciudad Real un campamento en el que habían sido acogidas varias familias gitanas tuvo de ser desalojado. Más de veinte niños compartían las tiendas de lona que fueron arrancadas por la tormenta.

Las localidades onubenses de Sanlúcar de Guadiana, donde unas 30 familias tuvieron que ser desalojadas de sus hogares, y Ayamonte, ambas por la crecida del río Guadiana y su posible desbordamiento, vivieron la madrugada en estado de alerta, aunque la situación quedó controlada en la mañana de ayer, según informó la Delegación del Gobierno.

En Cádiz, un barco encalló vertiendo a las aguas 300.000 litros de gasóleo de su tanque de combustible. Sin embargo, el delegado del Gobierno, José Torres Hurtado, restó importancia a sus consecuencias, ya que se trata de 11 combustible volátil, con pocos componentes de aceite, por lo que no se aprecian manchas en el mar". El J. B. Bobo, un mercante de bandera norteamericana, encalló a unos 500 metros de la playa de El Almirante, en el término municipal de El Puerto de Santa María (Cádiz) y dentro de la zona de competencia de la Base Naval de Rota. El carguero perdió el control por la fuerza del temporal que azotaba el litoral, con rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora, y quedó varado en una zona rocosa.

Derrame de combustible

Esta versión contrasta con la ofrecida por la Confederación Ecopacifista de Andalucía (CEPA), que manejó la posibilidad de que el derrame hubiese sido voluntario. Según los ecologistas, el capitán habría provocado la pérdida de combustible a fin de aliviar la carga en un intento de reflotar la embarcación. IU ha solicitado explicaciones al ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, sobre los motivos por los que no funcionó el operativo de seguridad establecido para este tipo de incidencias.En Sevilla, los bomberos realizaron más de 200 actuaciones en 54 municipios, fundamentalmente para retirar árboles, farolas y postes eléctricos caídos por la fuerza del viento.

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El vendaval fue una constante en todas las regiones con el consiguiente peligro de caída de cornisas, derrumbamiento de paredes y vallas y árboles arrancados y arrastrados por carreteras y calzadas.

Una familia de Villafranco tuvo que ser desalojada ante el peligro de desprendimiento de una grúa sobre su vivienda. El temporal de fuerte viento que padeció Huelva la noche del miércoles, durante unas cuatro horas, provocó la caída de 20 árboles y de siete farolas.

El viento fue, precisamente, lo que dejó sin colegio a más de 800 alumnos de Jaén al quedar destrozado el techo del centro educativo Serrano de Haro de la capital. En Villanueva de la Reina (Jaén), 50 ovejas murieron al caerse sobre ellas el techo bajo el que se cobijaban. Un poste de la luz se desplomó junto a la autovía de Andalucía, dejando sin suministro a los túneles de Despeñaperros durante la madrugada a lo largo de hora y media.

Los casi 100 barcos que componen la flota pesquera de Tarifa (Cádiz), dedicados en su totalidad a la captura del voraz -un pez similar al besugo que se pesca en la zona-, tuvieron que permanecer amarrados a puerto.

El viento de Poniente impidió desde primera hora de la mañana la salida de los barcos. Pero no que los ferrys, que realizan la travesía entre Algeciras (Cádiz), Ceuta y Tánger (Marruecos), realizarán los viajes previstos con total normalidad a pesar de que la situación en el estrecho de Gibraltar se presentó durante toda la jornada difícil para la navegación. Esta dificultad provocó el naufragio del Clipper, un yate en el que viajaban dos personas, que salieron ilesas del incídente.

También las rachas de viento forzaron el cierre del puerto de Almería, lo que impidió el atraque de dos cargueros procedentes de Cartagena y Melilla y del transbordador de la compañía Ferrimaroc, que cubre el trayecto entre Nador (Marruecos) y la ciudad andaluza.

La normalidad volvió en la mañana a la región andaluza a medida que el temporal se desplazaba hacia la zona oriental peninsular. Atrás quedó una madrugada que sembró el temor en casi toda la Península. Los bomberos y la policía de las regiones afectadas desplegaron una intensa actividad. En Cataluña, los bomberos de la Generalitat realizaron treinta y ocho salidas para retirar vallas caídas, árboles y paredes derribadas por la lluvia.

Los trayectos marítimos entre Menorca y Mallorca y entre Ibiza y Formentera tuvieron que ser suspendidos. Sólo se mantuvo el trayecto de la Trasmediterránea entre Ibiza y Barcelona. En Castellón, el mar inundó los arrozales y las viviendas del Delta del Ebro. La playa de Eucaliptus, en Amposta, ha desaparecido por efecto de las aguas.

El temporal barrió España. En el noroeste de Salamanca más de 15.000 personas se quedaron sin suministro eléctrico. La zona más afectada ha sido la de Peñaranda de Bracamonte. Varios postes eléctricos fueron derribados por la tormenta. Otras 7.000 personas se quedaron también sin luz eléctrica en la provincia de Ávila, donde la nieve obligó a cerrar cinco puertos.

Las fuertes ráfagas de viento y la lluvia provocaron cortes en numerosas carreteras por la caída de árboles, postes eléctricos y telefónicos. También fue necesario el amarre de la flota pesquera en los puertos de Alicante, Cartagena y Asturias, además de varios puertos en Andalucía. Madrid vivió una segunda jornada marcada por los atascos en la capital y con graves dificultades de tráfico en las carreteras de la región. Los bomberos realizaron más de cien salidas. Cincuenta escolares fueron desalojados de un colegio de Villaverde, en el que se derrumbó una tapia sobre varios automóviles sin causar daños personales.

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