Un caníbal siberiano mata a 80 personas

Si Alexandr Spetitsev mató y se comió a 80 personas, como sospecha la policía de la región siberiana de Kemerovo, no sólo tendría derecho a ocupar en la historia del crimen un lugar de más privilegio que el del propio Jack el Destripador, sino también un amplio capítulo del Libro Guinness de los récords.Este vecino de la localidad de Novokuznetsk fue ya procesado hace varios años por el asesinato de su novia, pero el tribunal le declaró loco y le metió en un manicomio. A los tres años, los médicos decidieron que ya no suponía un peligro para la sociedad y le dejaron en libertad.Según in...

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Si Alexandr Spetitsev mató y se comió a 80 personas, como sospecha la policía de la región siberiana de Kemerovo, no sólo tendría derecho a ocupar en la historia del crimen un lugar de más privilegio que el del propio Jack el Destripador, sino también un amplio capítulo del Libro Guinness de los récords.Este vecino de la localidad de Novokuznetsk fue ya procesado hace varios años por el asesinato de su novia, pero el tribunal le declaró loco y le metió en un manicomio. A los tres años, los médicos decidieron que ya no suponía un peligro para la sociedad y le dejaron en libertad.Según informaba ayer el diario The Moscow Tribune, un registro efectuado el pasado otoño en el apartamento de Spetitsev permitió descubrir a una joven agonizante y los restos desmembrados de dos de sus amigas. Las tres adolescentes habían desaparecido dos semanas antes.

La policía halló también restos ensangrentados de ropa que podrían pertenecer a 80 personas en total, pero que, desde luego, tal como determinaron los análisis correspondientes, no eran ni del presunto asesino ni de su madre y su hermana, procesados también por presunta complicidad. Un trío del que Alexéi Bugayets, de la fiscalía de Kernerovo, ha dicho: "El solo hecho de mirarles a los ojos ya causa pavor".

La población de la zona está todavía bajo estado de choque, dijo este funcionario, y los investigadores confían en demostrar que Spetitsev no sólo cometió los 19 asesinatos caníbales de los que, al parecer, hay ya pruebas, sino también otros 61.

En Vladivostok, en el extremo oriente ruso, 200 internos de clínicas psiquiátricas han salido a la calle recientemente por una razón tan sencilla como la falta de fondos para darles de comer. Uno de esos enfermos mató a un vecino con un hacha porque se negó a darle comida.

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