Tribuna

Uno, el fútbol; el otro, los goles

Esfuerzo colectivo. El Espanyol necesitó del acierto de Toni y de un gran esfuerzo colectivo -incluso sus puntas, Ouedec y Esnáider, debieron prodigarse en defensa- para conseguir que su portería no recibiera ningún gol. En ataque, utilizó un fútbol muy directo, jugando fundamentalmente en largo hacia sus puntas. Aprovechó una de las escasas ocasiones de gol que tuvo para irse al descanso con ventaja en el marcador.Premonición. El Betis comenzó con una deslumbrante jugada de Alfonso. Que el balón no entrara fue una premonición de lo que sucedería durante todo el partido. Jugó bie...

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Esfuerzo colectivo. El Espanyol necesitó del acierto de Toni y de un gran esfuerzo colectivo -incluso sus puntas, Ouedec y Esnáider, debieron prodigarse en defensa- para conseguir que su portería no recibiera ningún gol. En ataque, utilizó un fútbol muy directo, jugando fundamentalmente en largo hacia sus puntas. Aprovechó una de las escasas ocasiones de gol que tuvo para irse al descanso con ventaja en el marcador.Premonición. El Betis comenzó con una deslumbrante jugada de Alfonso. Que el balón no entrara fue una premonición de lo que sucedería durante todo el partido. Jugó bien, utilizó las bandas como en él es habitual, entre Jarni, Fernando y Finidi metieron el balón en el área en infinidad de ocasiones. Alfonso y Oli fueron una pesadilla.

Acierto rematador. A medida que fue avanzando la segunda mitad, el Espanyol consiguió asentarse en defensa y crear más peligro en ataque. Galca y Quique Martín entraron más en juego consiguiendo mayor posesión de balón. Ouedec y Esnáider demostraron un gran acierto rematador.

Lejos de la realidad. Cualquiera que no haya visto el partido podría imaginarse la superioridad de uno sobre otro a tenor del resultado. Nada más lejos de la realidad. Quizá sea demasiado atrevido decir que el Betis mereció ganar, pero desde luego no mereció perder. ¿Cómo explicarlo sin haberlo visto?

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