Cartas al director

Decepción

Con todo respeto y admiración al señor alcalde de Madrid, al cual me dirijo para poder denunciarle algo sin ninguna ilusión por mi parte, pero sí con la desilusión que llevamos sufriendo con las autoridades locales y que en este momento se está agravando. La razón es que el 85% de los vecinos de la avenida del Manzanares, desde el número 2 al 100 y calles adyacentes, es de la tercera edad, y tienen la desgracia de no poder salir a la calle por no existir un solo banco para poder sentarse, como los hay en las dos márgenes del río, menos en el trayecto indicado.Pensamos que los 4.000 vecinos que...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Con todo respeto y admiración al señor alcalde de Madrid, al cual me dirijo para poder denunciarle algo sin ninguna ilusión por mi parte, pero sí con la desilusión que llevamos sufriendo con las autoridades locales y que en este momento se está agravando. La razón es que el 85% de los vecinos de la avenida del Manzanares, desde el número 2 al 100 y calles adyacentes, es de la tercera edad, y tienen la desgracia de no poder salir a la calle por no existir un solo banco para poder sentarse, como los hay en las dos márgenes del río, menos en el trayecto indicado.Pensamos que los 4.000 vecinos que habrá aproximadamente en dicho tramo, deben tener los mismos derechos que los demás.

Por tanto, podemos advertir a dicho alcalde que existen unos 35.000 metros cuadrados aproximadamente, propiedad del Ayuntamiento, que se pueden planificar con el mínimo esfuerzo, entre los número 52 al 54 de dicha avenida, para que los niños y mayores puedan hacer deporte y sentarse.

No dudamos que el señor Alvarez del Manzano dé órdenes al edil que corresponda y que éste certifique la veracidad de lo que se solicita, y ya que no existe un hogar del pensionista en mucha distancia, queremos tener asientos para todos.

Tenemos muy claro que nuestro alcalde, sin prisa pero sin pausa, nos puede rellenar este vacío, sin necesidad de que los bancos sean nuevos, pero que merece la pena hacer feliz a unos vecinos por un asiento público que tanto necesitan.-

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En