NECROLÓGICAS

Shoichi Yokoi, el soldado que nunca se rindió

Shoichi Yokoi, el soldado japonés que vivió 26 años en la selva de Guam para no rendirse a los aliados sin saber que la II Guerra Mundial había terminado, falleció en la noche del lunes al martes de un ataque cardiaco en un hospital de Nagoya a la edad de 82 años, según informaron sus familiares.Su muerte atrajo ayer a una multitud de familiares y amigos hasta el hogar de Yokio para rendir el último homenaje al "soldado japonés que nunca se rindió" y que no manchó el honor del Ejército imperial pese a estar vivo. El regreso de Yokoi a Japón en febrero de 1972, un mes después de ser encontrado ...

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Shoichi Yokoi, el soldado japonés que vivió 26 años en la selva de Guam para no rendirse a los aliados sin saber que la II Guerra Mundial había terminado, falleció en la noche del lunes al martes de un ataque cardiaco en un hospital de Nagoya a la edad de 82 años, según informaron sus familiares.Su muerte atrajo ayer a una multitud de familiares y amigos hasta el hogar de Yokio para rendir el último homenaje al "soldado japonés que nunca se rindió" y que no manchó el honor del Ejército imperial pese a estar vivo. El regreso de Yokoi a Japón en febrero de 1972, un mes después de ser encontrado por unos cazadores en la jungla de la isla estadounidense de Guam, en el Pacífico sur, causó una auténtica conmoción entre los japoneses, que le convirtieron en un héroe por su gesta.

Yokoi era un sastre de profesión que llegó a ser sargento del antiguo Ejército imperial japonés y durante la guerra estuvo destinado en China y luego en la isla de Guam. Para honrar el código de honor del Ejército imperial del entonces emperador Hirohito de no rendirse nunca, Yokoi huyó a la selva cuando las tropas estadounidenses tomaron Guam en 1944.

El sargento japonés vivió como un salvaje 26 años y seis meses sin enterarse de que la guerra había terminado, hasta que fue sorprendido por unos cazadores cuando pescaba en el río Talofofo, cerca de Agana. La mayoría de los 22.000 soldados nipones de Guam fallecieron en la toma de la isla por las tropas aliadas.

Al ser repatriado a Japón en 1972, Yokoi dijo sentirse "extraño" por regresar vivo a su país 31 años después de haber salido de él a la guerra, y manifestó sus remordimientos por no haber podido servir al emperador Hirohito de una mejor manera. Su hallazgo fomentó la búsqueda de soldados japoneses en los territorios del Pacífico que ocupó el Ejército nipón, gracias a los cual dos años después se localizó en una selva de Filipinas al teniente Hiroo Onoda.

Ya en casa, Yokoi no tardó en retomar el ritmo de la vida moderna y se casó en noviembre de 1972. Asentado en la provincia de Alchi, fue comentarista de televisión, se presentó sin suerte a senador en 1974 y se dedicaba a la cerámica y al cultivo orgánico de verduras.

Desde hace dos años, Yokoi sufría la enfermedad de Parkinson, y fue hospitalizado el pasado verano por una fuerte depresión al conocer que su esposa había sufrido un grave accidente de tráfico-

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