España y Portugal se coordinaran para controlar el eje Estrecho-Canarias

Canarias dependerá del mando español en la nueva estructura militar de la Alianza Atlántica, mientras que Madrid y Lisboa deberán coordinarse para controlar las aguas entre -el archipiélago y el estrecho de Gibraltar. Éste es, en síntesis, el acuerdo al que ha llegado el Comité Militar de la OTAN en relación con el contencioso de las islas y los lími tes entre el mando norteamericano y el europeo, uno de los asuntos pendientes para la plena integración militar de España en la organización. Esa resolución figura en un documento remitido a todas las capitales aliadas. Si ningún país se opone a ...

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Canarias dependerá del mando español en la nueva estructura militar de la Alianza Atlántica, mientras que Madrid y Lisboa deberán coordinarse para controlar las aguas entre -el archipiélago y el estrecho de Gibraltar. Éste es, en síntesis, el acuerdo al que ha llegado el Comité Militar de la OTAN en relación con el contencioso de las islas y los lími tes entre el mando norteamericano y el europeo, uno de los asuntos pendientes para la plena integración militar de España en la organización. Esa resolución figura en un documento remitido a todas las capitales aliadas. Si ningún país se opone a ella al término de un plazo que concluye mañana, miércoles, se considerará aprobada y se elevará al Consejo Atlántico para su ratificación.

Según el documento, Canarias y sus aguas adyacentes dependerán del mando europeo de la OTAN, con sede en Mons (Bélgica), y no del norteamericano, en NorfoIk (Estados Unidos).Debido a que los cuarteles subregionales, como el que se instalará en Madrid, no tienen zona propia, el texto no puede decir que Canarias forme parte del mando español, pero sí afirma que la responsabilidad de planear operaciones en el archipiélago corresponderá a este último, lo que resulta equivalente.

La fórmula final se asemeja mucho a la burbuja europea en el Atlántico que se había barajado durante las negociaciones, pero su extensión se ha ampliado, de forma que no incluirá sólo las islas y sus aguas territoriales, sino también un área de unos 100 kilómetros en torno a ellas, sin alcanzar la costa africana por el Este ni el Trópico de Cáncer por el Sur.

Para llegar a este acuerdo, España ha debido renunciar a la apertura de un pasillo europeo entre el estrecho de Gibraltar y Canarias, lo que resultaba política y militarmente difícil de conseguir.

Las aguas situadas al Oeste de la desembocadura del río Guadiana formarán parte del mando del Atlántico. Como contrapartida, el documento señala que el mando europeo y el norteamericano se coordinarán para las operaciones entre el Estrecho y Canarias y que esta coordinación se realizará a través de los cuarteles generales de Lisboa. y Madrid. España se asegura así cierta responsabilidad en el control de la zona entre la Península y el archipiélago, aunque su alcance dependerá de los futuros acuerdos de coordinación, que habrá que negociar.

El, documento fue ultimado durante la gira que el Comité Militar, integrado por los jefes de Estado Mayor de la Defensa de los países miembros, realizó por Norteamérica en la primera quincena de este mes.

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En sus reuniones de Ottawa (Canadá) y Las Vegas (Estados Unidos), los mandos militares, incluido el español Santiago Valderas, le dieron el visto bueno.

Para su aprobación se ha utilizado el procedimiento de "silencio positivo", por el que se considera válido si ningún país se opone al término de un plazo, que expira mañana. A continuación se elevará al Consejo Atlántico para su ratificación.

Una vez solventado el escollo de Canarias, el otro asunto pendiente para la integración militar española es Gibraltar. El Reino Unido ha anunciado que no aceptará la supresión del mando de la OTAN en Gibraltar si España no levanta las restricciones militares -navales y aéreas- a la colonia.

Este punto está sujeto a las conversaciones bilaterales hispano-británicas, en las que no se han producido avances, según las fuentes consultadas.

La delimitación de la frontera entre el mando europeo y el atlántico era uno de los obstáculos para el cierre de la nueva estructura militar de la OTAN, si bien el de más fácil solución. Los otros dos son el contencioso greco-turco en el Mediterráneo oriental y la integración de Francia.

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