'Tocando el viento'

Hay veces que alguien, tras ver una película que le ha encantado, envidia a los críticos profesionales por la facilidad que tienen en expresar los valores de cintas fuera de serie. Tal sucede a mi persona, vulgar aficionado al cine, tras la visión del filme Tocando al viento, del director inglés Mark Herman. La cinta se ha estrenado, como de tapadillo, en el verano y ha pasado casi inadvertida para la generalidad del público.Confieso mi sorpresa y el gratísimo sabor de boca que me ha dejado la visión de esta película, en medio de la abundante mediocridad que se anuncia en nuestras carte...

Hay veces que alguien, tras ver una película que le ha encantado, envidia a los críticos profesionales por la facilidad que tienen en expresar los valores de cintas fuera de serie. Tal sucede a mi persona, vulgar aficionado al cine, tras la visión del filme Tocando al viento, del director inglés Mark Herman. La cinta se ha estrenado, como de tapadillo, en el verano y ha pasado casi inadvertida para la generalidad del público.Confieso mi sorpresa y el gratísimo sabor de boca que me ha dejado la visión de esta película, en medio de la abundante mediocridad que se anuncia en nuestras carteleras. Estoy seguro de que no defraudará a cualquier espectador de mediana sensibilidad artística. Aquel que guste de la buena música, del buen cine, de la temática social, aprecie valores solidarios y comunitarios y, sobre todo, conocer directores e intérpretes de valía indiscutible, que no deje de verla.

Me ha extrañado que esta cinta no venga avalada por un premio de algún festival.-