Reportaje:

La infancia recuperada

Una exposición en la Casa de Vacas del retiro muestra juguetes, libros y tebeos de cuatro generaciones

El centro cultural del Parque del Retiro alberga estos días una completísima exposición de juguetes antiguos, una retrospectiva del tebeo histórico español y las recreaciones de un cuarto de juegos de principios de siglo y de un aula escolar del año 1935. Agrupado todo ello bajo el título Recuerdos de infancia, la muestra reúne unos trescientos objetos para jugar, usados a lo largo de casi cien años, desde 1875 hasta 1960. Es un pozo sin fondo para la memoria de cuatro generaciones.Si el visitante cede a la propuesta y se traslada de época, puede fácilmente imaginarse a una niña de bucl...

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El centro cultural del Parque del Retiro alberga estos días una completísima exposición de juguetes antiguos, una retrospectiva del tebeo histórico español y las recreaciones de un cuarto de juegos de principios de siglo y de un aula escolar del año 1935. Agrupado todo ello bajo el título Recuerdos de infancia, la muestra reúne unos trescientos objetos para jugar, usados a lo largo de casi cien años, desde 1875 hasta 1960. Es un pozo sin fondo para la memoria de cuatro generaciones.Si el visitante cede a la propuesta y se traslada de época, puede fácilmente imaginarse a una niña de bucles rubios, vestido de puntillas, sombrero impecable y zapatos de charol entrando por la magnífica puerta de cristal del edificio. Sería hija de familia acomodada de los años anteriores a la guerra civil. A pesar de sus ocho años, tiene modales cuidados, posiblemente aprendidos en un libro de cabecera de cualquier escolar español, El niño bien educado. No podrá evitar, sin embargo, aligerar la carrera cuando vea el cuarto de juegos instalado en una esquina del local; allí, esperándola, hay un caballo de cartón, un tragabolas, varios tableros de juegos de mesa, amarillentos por el paso de los años, un cochecito y casitas de muñecas.

Unos metros más allá, una muñeca Mariquita Pérez provista de un baúl con vestidos y complementos variados.

Pero esos eran juegos de niñas. La exposición puede ser la crónica de una época en la que los papeles sociales eran mucho más rígidos, en la que los juegos estaban perfectamente diferenciados por sexos, a excepción de algunas actividades comunes como girar el aro, bailar la peonza o el diábolo o los incombustibles juegos de mesa que pasan de generación a generación, a veces con pequeñísimos cambios en el diseño de los tableros.

En el lado de los niños, trenes y vehículos de hojalata, botas y balones de fútbol, unos guantes de boxeo y varios modelos de tirachinas, uno de tamaño y hechura tan contundentes que se diría de consecuencias fatales si la Puntería del usuario fuera buena.

Para unos y otros, la escuela. Pupitres de tableros abatibles y bancos corridos de a dos, el Catón, un coqueto cabás, pizarrines de alumnos y la pizarra del maestro (donde se puede leer "copiar 100 veces prohibido hablar en clase") forman parte del paisaje. Aún es la escuela de la República (15 de octubre de 19351 está escrito en la pizarra), así que no la preside ninguna imagen religiosa, sí una placa del Ministerio de Instrucción Pública. Ajuicio de un visitante septuagenario, la reproducción es excelente, tan sólo echa en falta la palmeta que tanto protagonismo tuvo en la escuela hasta bien superada la mitad del siglo.

Recuerdos de infancia. Casa de Vacas. Parque del Retiro. Hasta el 5 de octubre. De 10.30 a 14.30 y de 17.00 a 21.00 Gratis

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