González, Guerra y los demás
Pregunta. ¿Qué hará González?Respuesta. Felipe, por supuesto, es una personalidad política de primera magnitud en España y fuera de España, en Europa y en el mundo, y lo va a seguir siendo. Por el hecho de que haya dejado de ocupar la secretaría general del partido no va a desprenderse de su naturaleza de líder político, de persona enormemente respetada y querida dentro del Partido Socialista. Por eso las ensoñaciones en las que han caído los antifelipistas neuróticos que existen en nuestro país -pocos, pero ruidosos-, que consideraban que por fin Felipe desaparecía, se esfumaba, se...
Pregunta. ¿Qué hará González?Respuesta. Felipe, por supuesto, es una personalidad política de primera magnitud en España y fuera de España, en Europa y en el mundo, y lo va a seguir siendo. Por el hecho de que haya dejado de ocupar la secretaría general del partido no va a desprenderse de su naturaleza de líder político, de persona enormemente respetada y querida dentro del Partido Socialista. Por eso las ensoñaciones en las que han caído los antifelipistas neuróticos que existen en nuestro país -pocos, pero ruidosos-, que consideraban que por fin Felipe desaparecía, se esfumaba, se desnavecía, son puras ilusiones ligadas a la neurosis. Felipe no es secretario general del partido, pero no desaparece de la vida política, de la presencia pública, y ahí está con su capacidad de fomentar una renovación de ideas del socialismo democrático en España y en el mundo. Tiene un mandato de la Internacional Socialista en este sentido, que nosotros, a través de esta fundación que hemos creado en la última ejecutiva, queremos que desempeñe con todos los medios que podamos ponerle a su disposición. No es sólo ése el trabajo que tiene Felipe y que va a tener Felipe en el futuro. Pero ahora él no es secretario general del Partido Socialista ni aspira a serlo mediante una actuación en las bambalinas. Cualquiera que conozca a Felipe sabe que si ha dicho que no quiere ser secretario general es. porque no quiere serlo, ni formal ni real.
P. ¿Alfonso Guerra?
R. Alfonso tiene que seguir cumpliendo también un papel en el socialismo democrático en España. Se lo dije en público en la clausura del congreso, lo hemos hablado después, y yo confío en que al final, a través de la presidencia de la Fundación Pablo Iglesias o a través de alguna otra tarea, no se limite a ser un simple diputado de a pie.
P. ¿Y qué va a hacer con los pesos pesados Ciscar, Rubalcaba, Borrell ... ?
R. Todos ellos tendrán un papel importante. Cipriá tiene estructurada la secretaría de organización, que son muchas competencias que se han visto acrecentadas en este congreso; tiene, nada menos, la de ser responsable del departamento electoral. Alfredo Pérez Rubalcaba tiene como responsabilidad principal, entre otras muchas, la política de comunicación; en una sociedad como la española o como la europea, a finales del siglo XX, la comunicación es el corazón mismo de la acción política. Y Borrell, que no tiene una responsabilidad formalmente asignada por el congreso, va a trabajar en algo que me parece extraordinariamente importante, que es la renovación de las políticas de los socialistas para el siglo XXI. Como dijo Tony Blair, faltan mil días para el próximo milenio y no podemos desaprovecharlos, y Borrell va a estar trabajando en ese esfuerzo de imaginar y diseñar el proyecto político, no para hoy ni por supuesto para ayer, sino para mañana, para el futuro.
P. ¿Y quién va a ser el portavoz del partido?
R. Yo. Aunque no voy a serlo en exclusiva.