Remiten a varias cárceles cartas con amenazas a presos de ETA
Los reclusos de ETA ingresados en diferentes penales son los destinatarios de cartas anónimas amenazadoras en las que, además de acusarles de ser "nazis y asesinos", se les advierte que "no resulta difícil" terminar con ellos, según informaron fuentes penitenciarias. Dichos escritos han comenzado a ser interceptados tras el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco.Varias de estas misivas han llegado a distintos centros penitenciarios sin remite y sin el nombre concreto del destinatario, o con sólo la dirección de cárceles como las de Carabanchel o Tenerife. En el sobre únicamente apar...
Los reclusos de ETA ingresados en diferentes penales son los destinatarios de cartas anónimas amenazadoras en las que, además de acusarles de ser "nazis y asesinos", se les advierte que "no resulta difícil" terminar con ellos, según informaron fuentes penitenciarias. Dichos escritos han comenzado a ser interceptados tras el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco.Varias de estas misivas han llegado a distintos centros penitenciarios sin remite y sin el nombre concreto del destinatario, o con sólo la dirección de cárceles como las de Carabanchel o Tenerife. En el sobre únicamente aparecen escritas frases como "A los asesinos de ETA" o "Al colectivo de matarifes".
Los funcionarios de prisiones han optado por intervenir esta correspondencia anónima, que, a su juicio, lo único que hace es "contribuir a crear desazón entre el colectivo de reclusos y posibles incidentes". Han decidido retenerlas con el fin de asegurar "unos mínimos de convivencia".
En el interior de algunos sobres se envía una fotocopia de un texto supuestamente elaborado por un autodenominado "Colectivo de presos comunes españoles" de las cárceles de Alcalá-Meco, Sevilla-1 y Vigo. En la fotocopia se advierte a los etarras que "si para el Gobierno resulta difícil acabar con vuestros comandos asesinos, para nosotros, los presos, no lo es tanto terminar con los vuestros que se encuentran en prisión".
Instituciones Penitenciarias ha quitado hierro al asunto. Las amenazas, alega, " no son imputables a presos comunes y carecen de importancia". Las mismas fuentes añadieron que la existencia de las cartas se conoció hace alrededor de un mes, cuando se contabilizaron tres misivas anónimas sin destinatario concreto.