Cinco muertos y 19 heridos al un autocar por un terraplén en la A-6

Cinco personas fallecieron y 19 resultaron heridas ayer en la desesperada maniobra que un autobús de línea efectuó para evitar el choque contra una autocaravana que había volcado justo delante de su trayectoria. Eran las 13.30. La roulotte, ocupada por cinco personas, estaba en plena maniobra de adelantamiento, en el kilómetro 46 de la carretera de A Coruña, en sentido a Madrid, cuando se le reventó la rueda trasera izquierda. José Antonio G. M., un informático de 47 años que regresaba a la capital con su familia tras pasar sus vacaciones en Gijón, perdió el control del vehículo. El coc...

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Cinco personas fallecieron y 19 resultaron heridas ayer en la desesperada maniobra que un autobús de línea efectuó para evitar el choque contra una autocaravana que había volcado justo delante de su trayectoria. Eran las 13.30. La roulotte, ocupada por cinco personas, estaba en plena maniobra de adelantamiento, en el kilómetro 46 de la carretera de A Coruña, en sentido a Madrid, cuando se le reventó la rueda trasera izquierda. José Antonio G. M., un informático de 47 años que regresaba a la capital con su familia tras pasar sus vacaciones en Gijón, perdió el control del vehículo. El coche rebotó contra el autocar y volcó justo delante de él. El conductor del autobús, Rafael Moreno Villanueva, de 26 años, sólo pudo dar un volantazo, según los testigos, para evitar un choque frontal con la autocaravana. El autocar se salió de la calzada y cayó por un terraplén con un desnivel de unos 20 metros en relación a la autovía. El vehículo, ocupado por 21 pasajeros y el conductor, dio dos o tres vueltas de campana. Rodó unos 60 metros hasta impactar contra un árbol y quedar de pie.Cuando el autocar finalmente detuvo su rodar enloquecido, un cuerpo yacía sin vida bajo la destrozada estructura. Se trataba de Socorro Pérez Bernalla, de 64 años, que había subido al vehículo en Benavente (Zamora), de donde el autocar había partido tres horas y media antes. Entre los hierros del, techo hundido se encontraron otros tres cuerpos sin vida: los de Diana Ouintana Rincón, de 35 años, colombiana y en situación ¡legal en España; María Jesús López Pérez, de 26 años, una periodista en prácticas de Radio Voz de Madrid, y David Gallego Preciado Nieto, de 19 años, que viajaba en compañía de un primo.

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Otros 18 pasajeros resultaron heridos de diversa consideración. De ellos, 8 estaban graves y 7 recibieron ayer el alta. De los ocupantes de la autocaravana murió la madre del conductor, Paz Martínez Gutiérrez, que sufrió lesiones más graves al salir despedida del vehículo y resultó herida leve su nuera, la copiloto, Rosario Martos, de 45 años.

El autocar siniestrado había sido fletado como refuerzo por la empresa Auto-Res para hacer los 260 kilómetros de trayecto entre Benavente y Madrid, pues esta compañía había completado ya el primer autocar con rumbo a la capital. La empresa cubre la ruta Madrid-Benavente con cuatro expediciones diarias en cada sentido, una cifra que se eleva a cinco en el caso de los domingos y -como ayer- los lunes.

"Si seguimos en nuestra dirección, nos llevamos por delante la caravana", relata un pasajero

Antes del fatídico accidente, el autocar efectuó las 12 paradas programadas en la ruta para recoger nuevos viajeros. Los municipios en los que a tal fin se detuvo son los siguientes: Caserío del Puente, San Esteban de Molar, Cerecinos, Villalpando Villardefrades, Mota del Marqués, Vegavaldetronco, Tordesillas, Rueda, Medina del Campo, Arévalo y Labajos. Un portavoz de Auto-Res precisó que la línea de Benavente no es la más frecuentada de la compañía, si bien experimenta un considerable trasiego de viajeros durante los meses de verano.Abocados al barranco

"Nos vimos abocados a tirar nos al barranco". Con esta frase describió uno de los pasajeros, herido leve, la desesperada reacción del conductor del autobús. "Si seguimos en nuestra dirección, nos habríamos llevado a la caravana por delante", corroboró José Luis de Castro , un estudiante de electricidad, de 30 años, que subió al vehículo en Sanchidrián (Ávila). Rafael Moreno, el conductor, resultó herido leve. Fue atendido en la clínica de la Concepción y recibió el alta médica durante la misma tarde. Moreno se pasó después por las oficinas de su empresa, muy afectado por lo sucedido.

La escena del accidente era caótica. Varios pasajeros salieron despedidos por la ventana El techo del autobús se hundió y apresó a varios ocupantes Los heridos leves que pudieron salir por su propio pie se apresuraron a socorrer a sus compañeros. "Entre ellos estaba el conductor, que ayudó a sacar viajeros en cuanto se puso en pie y vio que no tenía nada", explicó Manuel Navarro, un camarero de 51 años que venía de visitar a su mujer en Villardefrades (Valladolid).

Hasta el kilómetro 46 de la carretera de La Coruña se desplazaron cuatro UVI móviles del 061 del Insalud, siete ambulancias de Cruz Roja, ambulancias de Protección Ciudadana y helicópteros sanitarios de la Comunidad de Madrid y de la Dirección General de Tráfico. Algunos conductores que presenciaron el accidente trasladaron por su cuenta a algunos heridos leves hasta Madrid.

En la Delegación del Gobierno de Madrid se atendieron más de 400 llamadas, muchas angustiosas, de toda España.

El autocar accidentado carecía de barra de seguridad en el techo, indicaron miembros de la Guardia Civil. "Si la hubiese llevado, a lo mejor la tragedia habría sido menor", señaló un agente de la Benemérita. Dicha barra es, desde hace un año, obligatoria en los autobuses de nueva fabricación. El autobús de Auto-Res databa de 1992.

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