La terminal de Arganzuela ya está vacía

A las 16.45 de ayer, un vetusto camión de mudanzas partía de la antigua estación de autobuses de Palos de la Frontera, en el distrito de Arganzuela. El vehículo transportaba el mobiliario y material de los únicos inquilinos que permanecían en el fantasmagórico edificio: una agencia de viajes.

Desde ayer, la vieja estación está cerrada a cal y canto. La mayoría de los comerciantes se ha trasladado a los locales de la nueva estación, a pesar de que el alquiler se les ha encarecido. Los menos han preferido instalarse por su cuenta en diferentes lugares.

Ayer todo estaba cerrado....

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A las 16.45 de ayer, un vetusto camión de mudanzas partía de la antigua estación de autobuses de Palos de la Frontera, en el distrito de Arganzuela. El vehículo transportaba el mobiliario y material de los únicos inquilinos que permanecían en el fantasmagórico edificio: una agencia de viajes.

Desde ayer, la vieja estación está cerrada a cal y canto. La mayoría de los comerciantes se ha trasladado a los locales de la nueva estación, a pesar de que el alquiler se les ha encarecido. Los menos han preferido instalarse por su cuenta en diferentes lugares.

Ayer todo estaba cerrado. Persianas y rejas bajadas, restos de muebles y material por el suelo demostraban que en el edificio "no quedan ni las ratas", como subraya un joven guardia de seguridad.

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Quienes han notado de forma especial este cierre son los comerciantes de los alrededores, que se lamentan del descenso de clientes.

Esta gris construcción ha pasado a manos del Ayuntamiento, que iniciará su reforma. La previsión es que se construya un centro para la tercera edad. Además, también se dedicarán parte de las instalaciones a zona verde y usos deportivos.

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