"Ahora sabemos lo que es vivir"

Manuel García García, de 16 años, conduce sus días sin freno. De naturaleza impulsiva e inquieta, los educadores de la Ciudad de los Muchachos, donde vivía antes de la fuga, le describen como un "loco del motor" a quien le cuesta pasar una semana sin quebrar una cerradura y sentir el pálpito de un volante. Aguijoneado por este impulso, huía constantemente de los centros donde estaba acogido. Sin embargo, en el último mes, y coincidiendo con su llegada desde Valladolid (donde su padre está preso) a la Ciudad de los Muchachos de Leganés, parecía haberse tranquilizado. Visitaba a una novia que te...

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Manuel García García, de 16 años, conduce sus días sin freno. De naturaleza impulsiva e inquieta, los educadores de la Ciudad de los Muchachos, donde vivía antes de la fuga, le describen como un "loco del motor" a quien le cuesta pasar una semana sin quebrar una cerradura y sentir el pálpito de un volante. Aguijoneado por este impulso, huía constantemente de los centros donde estaba acogido. Sin embargo, en el último mes, y coincidiendo con su llegada desde Valladolid (donde su padre está preso) a la Ciudad de los Muchachos de Leganés, parecía haberse tranquilizado. Visitaba a una novia que tenía en otro centro de acogida y su comportamiento corría por sendas pacíficas. "Era cariñoso. Un día, al irme de viaje en coche, se acercó y me dijo: 'Conduce con cuidado'. Y me estampó un beso", recuerda una educadora. Así las cosas, la semana pasada se marchó del centro alegando que iba a visitar a un primo suyo que vive en Camino Alto de San Isidro (la calle de las niñas). Lo hizo, pero luego, el martes, sustrajo un Ford Orión y emprendió la fuga de su vida. Acompañado por Juan Carlos B., otro fugado de un centro de menores, y las dos niñas de Carabanchel, se lanzó a la carretera y, robando un coche tras de otro (los abandonaba cuando se acababa la gasolina), recorrió 1.500 kilómetros hasta que un accidente fortuito facilitó su captura y la de Nuria Muñoz en Sesimbra."Sólo queríamos conocer lo que es vivir, disfrutar unos días y ver si nos gustaba esto. Ahora ya lo sabemos y estamos arrepentidos", se justificó el chaval. Durante la fuga, pese a la movilización policia, no había dejado de llamar a la Ciudad de los Muchachos para decir que se encontraba bien y que pensaba volver. Ayer permanecía detenido en la comisaría de Carabanchel. Por ser mayor de edad penal es el único que será juzgado por el robo de los coches: su pasión.

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