ETA no consigue frenar la "rebelión" de sus presos

Son ya 10 los presos de ETA que, desde el pasado 12 de julio -fecha en que fue asesinado el concejal del PP Miguel Ángel Blanco-, han pedido a la banda terrorista que entregue las armas. ETA se ve impotente para contener el goteo de deserciones a pesar de la fuerte presión a la que somete al colectivo de presos. Ayer le tocó el turno a Pablo Gómez Ces, que cumple condena por asesinato en la cárcel de Soto del Real (Madrid). Fuentes penitenciarias aseguran que otros muchos reclusos se están planteando dar el mismo paso.

Sin embargo, las mismas fuentes, no ocultan que los presos encuentra...

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Son ya 10 los presos de ETA que, desde el pasado 12 de julio -fecha en que fue asesinado el concejal del PP Miguel Ángel Blanco-, han pedido a la banda terrorista que entregue las armas. ETA se ve impotente para contener el goteo de deserciones a pesar de la fuerte presión a la que somete al colectivo de presos. Ayer le tocó el turno a Pablo Gómez Ces, que cumple condena por asesinato en la cárcel de Soto del Real (Madrid). Fuentes penitenciarias aseguran que otros muchos reclusos se están planteando dar el mismo paso.

Sin embargo, las mismas fuentes, no ocultan que los presos encuentran muchas dificultades para plasmar su iniciativa en una declaración pública, como han hecho los 10 que hasta ahora han condenado el terrorismo. Estas dificultades vienen determinadas, fundamentalmente, por el duro control al que se ven sometidos los reclusos por organizaciones del entorno etarra, como las Gestoras Pro Amnistía. Ha sido el asesinato de Blanco lo que ha actuado como revulsivo para que ahora se produzcan en cascada. Nunca una acción de los terroristas había dado lugar a tantas declaraciones públicas de presos etarras condenando la violencia.Gómez Ces, de 35 años, encarcelado desde 1987, pide a ETA que comprenda que "la lucha armada hoy en día es un anacronismo", que "escuche al pueblo que dice defender" y que "entregue las armas y proclame un alto el fuego unilateral", que debiera ser, precisa, "sin condiciones e indefinido".

Gómez Ces, que perteneció al comando Bianditz, participó en el atentado perpetrado el 15 de diciembre de 1983 en San Sebastián contra dos policías nacionales. El grupo terrorista, disfrazado con los uniformes de policías municipales a los que previamente había secuestrado en el monte Ulía, mató a tiros al agente Eduardo Navarro Cañadas e hirió a su compañero Clemente Medina.

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