Dejémosles solos
Nuestra Constitución configuró a España como un Estado social y democrático de derecho, y hoy, a través de las manifestaciones de toda España, hemos consolidado nuestra "joven democracia", avivando esa pequeña llama que comenzamos a encender hace unos años y que hoy se ha convertido en un fuego inquebrantable. Hoy late el sentimiento de todo un pueblo que, entre la rabia, la indignación y el sufrimiento por los viles asesinatos de ese animal que es ETA, sale a la calle y ejerce su soberanía: reclamando la paz, la libertad, la vida, con un arma: la palabra-...
Nuestra Constitución configuró a España como un Estado social y democrático de derecho, y hoy, a través de las manifestaciones de toda España, hemos consolidado nuestra "joven democracia", avivando esa pequeña llama que comenzamos a encender hace unos años y que hoy se ha convertido en un fuego inquebrantable. Hoy late el sentimiento de todo un pueblo que, entre la rabia, la indignación y el sufrimiento por los viles asesinatos de ese animal que es ETA, sale a la calle y ejerce su soberanía: reclamando la paz, la libertad, la vida, con un arma: la palabra-