"Sólo el llanto de un niño"

"Sólo se oía el llanto de un niño". El Rastro cerró Julián, medio orgulloso, relata que ayer, a las 12, todos los traperos cerraron. El Rastro de Madrid era ayer un enorme silencio de dolor y de rabia. "Sólo se ola el llanto de un niño. Era impresionante porque durante esos 10 minutos en los que todo Madrid se echó a la calle, en el Rastro sólo oíamos el llanto de un niño. No dejó de llorar durante los 10 minutos que duró el silencio". En el Rastro en el corazón de Madrid, todo quedó en silencio. El silencio cubrió Madrid. Fue Porno una losa terrible que dejó sin respiración y hasta sin lág...

"Sólo se oía el llanto de un niño". El Rastro cerró Julián, medio orgulloso, relata que ayer, a las 12, todos los traperos cerraron. El Rastro de Madrid era ayer un enorme silencio de dolor y de rabia. "Sólo se ola el llanto de un niño. Era impresionante porque durante esos 10 minutos en los que todo Madrid se echó a la calle, en el Rastro sólo oíamos el llanto de un niño. No dejó de llorar durante los 10 minutos que duró el silencio". En el Rastro en el corazón de Madrid, todo quedó en silencio. El silencio cubrió Madrid. Fue Porno una losa terrible que dejó sin respiración y hasta sin lágrimas a los miles de madrileños que a las 12 en punto se echaron a la calle y aguantaron -Dios, qué largos se hacen 10 minutos- ese tiempo en el que todo parecía haberse parado. La presidencia de Izquierda Unida interrumpió ayer sus trabajos y bajó en silencio, a la calle. Pero la calle ya estaba ocupada. Trabajadores de pequeñas empresas habían salido bajo un implacable sol de justicia a pedir esa justicia por una muerte que nadie podía comprender 10 minutos, eternos 10 minutos en los que nadie se atrevió a mirar el reloj.