UN MAPACHE QUE NO ESTABA INVITADO

Bill Clinton fue el invitado de honor de la fiesta celebrada en la noche del sábado para celebrar el casamiento de la periodista Karenna Gore, hija mayor del vicepresidente de Estados Unidos, y el médico Drew Schiff. Recién regresado de Dinamarca, etapa final de una gira por Europa que también le llevó a España, Polonia y Rumania, Clinton se presentó en los jardines del Observatorio Naval, donde está situada la residencia oficial del vicepresidente. El presidente, que participó durante tres horas y media en la fiesta, excusó la ausencia de su esposa, Hillary, que tuvo ...

Bill Clinton fue el invitado de honor de la fiesta celebrada en la noche del sábado para celebrar el casamiento de la periodista Karenna Gore, hija mayor del vicepresidente de Estados Unidos, y el médico Drew Schiff. Recién regresado de Dinamarca, etapa final de una gira por Europa que también le llevó a España, Polonia y Rumania, Clinton se presentó en los jardines del Observatorio Naval, donde está situada la residencia oficial del vicepresidente. El presidente, que participó durante tres horas y media en la fiesta, excusó la ausencia de su esposa, Hillary, que tuvo que continuar la gira por Europa. En el Observatorio Naval habían sido instaladas varias tiendas con aire acondicionado para los invitados, en su mayoría amigos y familiares de los novios, prominentes políticos norteamericanos y empresarios de Wall Street. Entre los pocos extranjeros presentes se encontraban Marisa Martin-González, Javier Diez Polanco, Isabel Polanco y Alfonso López Casas. Los representantes del Grupo PRISA eran invitados personales de Karenna Gore, que efectuó prácticas de periodismo en la Redacción en Madrid del diario EL PAIS. La Gene Donati Orchestra y el Thelonius Monk Institute of Jazz aportaron la música al convite. El presidente norteamericano no pudo, en cambio, llegar a tiempo a la ceremonia de la boda, en la neogótica catedral nacional de Washington, donde hace 27 años se habían casado Al y Tipper Gore, los padres de Karenna. El arzobispo episcopaliano Ronald Haimes presidió la ceremonia, mientras Aretha Franklin cantaba himnos religiosos. Poco antes de que los novios salieran de la catedral ocurrió un incidente que recordó lo presente que está la naturaleza en la ciudad de Washington. Tras abrirse camino entre los curiosos, los periodistas y el cordón policial, un mapache se instaló en las escaleras principales del templo. Con gran jolgorio de los asistentes, los agentes del servicio secreto norteamericano se encargaron de ahuyentarlo hacia el cercano bosque. El comentario oficial de Gore tras la boda de su primera hija fue: "Dios bendiga América".-