Un bosque en la estación del Norte

Los 300.000 viajeros que diariamente visitan la estación de Príncipe Pío pueden desde ayer perderse en un bosque de 18 toneladas.El escultor vasco Agustín lbarrola (Bilbao, 1930) construyó con 50 traviesas 'de vías de ferrocarril, tirafondos, cinturones de hierro y -algunas plaquetas de sujección, El bosque de los totems, una obra que que dó ayer instalada en la estación. madrileña (más conocida por la del Norte) después de recorrer otras ocho de toda España. La colaboración de Ibarrola con Renfe y el mundo del ferrocarril (que comenzó en 1983) evoca para el artista entrañables imágenes...

Los 300.000 viajeros que diariamente visitan la estación de Príncipe Pío pueden desde ayer perderse en un bosque de 18 toneladas.El escultor vasco Agustín lbarrola (Bilbao, 1930) construyó con 50 traviesas 'de vías de ferrocarril, tirafondos, cinturones de hierro y -algunas plaquetas de sujección, El bosque de los totems, una obra que que dó ayer instalada en la estación. madrileña (más conocida por la del Norte) después de recorrer otras ocho de toda España. La colaboración de Ibarrola con Renfe y el mundo del ferrocarril (que comenzó en 1983) evoca para el artista entrañables imágenes: las de su abuelo trajinando como maletero en la estación de Bilbao y la suya propia en una de mercancías de París en la que trabajó para pagarse la estancia. La obra (que se asienta en 36 bloques de hormigón) sugiere, en opinión del autor, "el recorrido estético de la humanidad por los diversos tiempos, y culturas", desde los cazadores, pasando por los pastores y agricultores, hasta la sociedad industrializada.

El presidente de Renfe, Miguel Corsini, destaca en cambio la vuelta a la vida de las traviesas del ferrocarril y la transformación de las estaciones en entornos amables para el viajero. Otra escultura de Ibarrola vestirá también la estación de Chamartín.