China promete elecciones generales en mayo de 1998
ENVIADO ESPECIALEl día D ha llegado. Cuando el reloj marque justo las cero horas del martes -seis de esta tarde en la España peninsular-, el Reino Unido devolverá Hong Kong a China más de un siglo y medio después de plantar la bandera, conforme a lo pactado hace 13 años.. Será un momento de exaltación nacional, de "orgullo chino, que nadie ni nada podrá estropear" según dijo ayer el futuro jefe del Ejecutivo de la región autónoma, Tung Chee-hwa, en alusión a las fricciones diplomáticas surgidas en los últimos días con el Reino Unido y con algunos grupos preocupados por la democracia en el terr...
ENVIADO ESPECIALEl día D ha llegado. Cuando el reloj marque justo las cero horas del martes -seis de esta tarde en la España peninsular-, el Reino Unido devolverá Hong Kong a China más de un siglo y medio después de plantar la bandera, conforme a lo pactado hace 13 años.. Será un momento de exaltación nacional, de "orgullo chino, que nadie ni nada podrá estropear" según dijo ayer el futuro jefe del Ejecutivo de la región autónoma, Tung Chee-hwa, en alusión a las fricciones diplomáticas surgidas en los últimos días con el Reino Unido y con algunos grupos preocupados por la democracia en el territorio. Tung anunció la celebración de elecciones legislativas en mayo de 1998 y el presidente chino, Jiang Zemin, prometió nuevamente respetar los derechos y libertades en el territorio una vez recuperada la soberanía.
"Mantendremos con firmeza los principios de un país dos sistemas y de los hongkoneses gobernarán Hong Kong", declaró Jiang en una ceremonia en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, antes de emprender el histórico viaje al sur. "Defenderemos los derechos y libertades de los residentes de Hong Kong según la ley".Las vísperas han traído gestos que reflejan la dificultad que encierra siempre un proceso descolonizador: desaires de Pekín, semiboicoteos de Washington y Londres, críticas a la ostentación militar y caprichos arrogantes de Margaret Thatcher, artífice, con el fallecido Deng Xiaoping, del acuerdo de devolución de 1984.
Tung Chee-hwa, un empresarío multimillonario que respalda Pekín, se convertirá bien pasada la medianoche en el primer jefe del Ejecutivo hongkonés. El propio Tung, cuyo Gobierno poseerá plenas competencias excepto en asuntos de exteriores y defensa, dijo ayer que las elecciones para la creación de un Parlamento democrático se celebrarán en mayo de 1998.
El jefe del Gobierno británico, Tony Blair, el secretario del Foreign Office, Robin Cook, y la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, se ausentarán de la sala cuando llegue el momento del juramento de la Asamblea Legislativa provisional, por entender que fue elegida de forma no democrática. Ese acto contempla, además, la toma de posesión de Tuntg, sus ministros, altos funcionarios y magistrados. Británicos y norteamericanos quedaron atrapados en un problema diplomático cuando Pekín anunció astutamente el mes pasado que sería un juramento conjunto. Albright defendió anoche el semiboicoteo y dijo que Estados Unidos observará muy de cerca el proceso de transición de Hong Kong durante los próximos meses.
Por su parte, Tung Chee-hwa, decepcionado por la actitud de británicos y norteamericanos, se ha reservado para el final un gesto de desaire hacia la metrópoli. El líder local, cuyas relaciones con el gobernador de la colonia, Chris Patten, nunca han sido buenas, ha anunciado que "desgraciadamente" no podrá asistir, a las seis de la tarde, a la ceremonia de retreta de los ingleses, en la que pronunciará unas palabras el príncipe Carlos, por estar ocupado en otros frentes. Se supone que estos empeños serán la llegada del presidente Jiang Zemin y del primer ministro Li Peng.
Jiang se entrevistará con Blair. Oficialmente nada se sabe, pero diversas fuentes sostienen que ninguno de los dirigentes estará en el banquete organizado por los británicos. Entrarán en el edificio más tarde, una media hora antes de la medianoche, cuando la ceremonia de traspaso de soberanía dé inicio de forma oficial.