Internet se rinde ante Kaspárov

El campeón del mundo y Miguel Najdorf, de 87 años, cautivaron a la audiencia

Gari Kaspárov sentó cátedra por vía digital. En una formidable exhibición de jaques electrónicos, el campeón del mundo se impuso a 16 internautas por 13 partidas ganadas, 2 empates y 1 suspendida por problemas técnicos en casi cuatro horas de exhibición. Previamente, el ajedrecista ruso cautivó con su don de gentes a los espectadores con la entrañable contribución del gran maestro argentino Miguel Najdorf, de 87 años, el patriarca del deporte mental."España es para mí un país fundamental y muy grato. Mis triunfos en Sevilla, Linares y Gran Canaria están entre los más importantes de mi c...

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Gari Kaspárov sentó cátedra por vía digital. En una formidable exhibición de jaques electrónicos, el campeón del mundo se impuso a 16 internautas por 13 partidas ganadas, 2 empates y 1 suspendida por problemas técnicos en casi cuatro horas de exhibición. Previamente, el ajedrecista ruso cautivó con su don de gentes a los espectadores con la entrañable contribución del gran maestro argentino Miguel Najdorf, de 87 años, el patriarca del deporte mental."España es para mí un país fundamental y muy grato. Mis triunfos en Sevilla, Linares y Gran Canaria están entre los más importantes de mi carrera. Curiosamente, la curva de mis éxitos desciende durante las temporadas que no he jugado en este país, convertido desde hace años en la meca del ajedrez", dijo Kaspárov en el escenario poco antes de abrazar a Najdorf, mientras el público dedicaba a ambos una clamorosa ovación. El ruso apostilló: "Si la mitad de los jugadores actuales tuviera la mitad de la energía de Don Miguel, el ajedrez sería un paraíso".

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El argentino, cuya vitalidad es tan impresionante corno su biografía, reiteró las flores hacia el país donde el ajedrez moderno (con las reglas actuales) se inventó hace 500 años: "¿Cómo debe planificar sus vacaciones un amante del ajedrez? Desde luego en Europa, y con España como paso obligado. Tengo 87 años y he conocido a todos los campeones del mundo de este siglo, pero nunca me canso de acudirá fiestas del ajedrez tan bonitas como ésta. Por lo demás, las españolas siguen siendo tan guapas como siempre".

La familia de Najdorf, polaco de nacimiento, fue capturada y quemada en su totalidad por las tropas de Hitler en 1939, mientras el gran maestro disputaba la Olimpiada de ajedrez de Buenos Aires. Tras cambiar de nacionalidad, Najdorf ganó innumerables torneos a pesar de que nunca fue jugador profesional. Su mayor hazaña se produjo en 1947, cuando se enfrentó simultáneamente a 45 rivales a la ciega (sin ver las piezas, memorizando su situación) con el resultado de 39 victorias, 4 empates y dos derrotas.

La exhibición, organizada por EL PAÍS Digital y copatrocinada por Argentaria y Telefónica, tuvo momentos tensos, debidos a que Kaspárov se toma este tipo de partidas casi tan en serio como un Campeonato del Mundo. Cuando se cumplían dos horas y media de lucha, el árbitro internacional Javier Pérez LLera explicó a Kaspárov que, por problemas de caída de tensión no achacables a sus rivales internautas, éstos estaban apurados de tiempo. La propuesta de añadir 15 minutos a cada uno de sus adversarios (que debían administrar dos horas para todas sus jugadas) fue aceptada a regañadientes por el campeón, que estaba en desventaja en un par de tableros.

El seguimiento de internautas en todo el mundo fue masivo. Los aficionados no se conformaron con seguir el juego; muchos de ellos intervinieron en un vivo debate (chat) durante toda la partida en el que explotaron al máximo la mina del ajedrez como tema de diálogo. Este tipo de exhibición no se había celebrado nunca en España y sólo hay unos pocos antecedentes en el extranjero.

El público presente no tuvo un momento de respiro. Además de ver los movimientos a través de tableros electrónicos, los espectadores instalados en el patio de butacas escucharon por auriculares los comentarios del gran maestro Félix Izeta, quien combinó los análisis técnicos con divertidas disertaciones sobre aspectos históricos culturales y anecdóticos del apasionante mundo del ajedrez. En otra sala, el gran maestro Miguel Illescas desmenuzó con estilo muy didáctico las claves de cada una de las 16 partidas. Por si todo ello no fuera suficiente, el mosqueo de Kaspárov se produjo en el momento justo para que la tensión no pudiera bajar.

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