Cartas al director

Agradable amenaza

Érase una vez, un señor alcalde, democráticamente elegido, muy respetuoso con los derechos de los ciudadanos/as y con las ideas distintas a las suyas, que para ejercer sus decisiones utiliza formas agradablemente amenazadoras, métodos disuasorios, con los que tienes el privilegio de sentirte inexistente.Nosotras como asociación de mujeres tenemos el privilegio de haber vivido en carne propia estas maravillas de la condición humana. Disfrutando estábamos de un local, amablemente cedido por este "manojo de virtudes", que nos ha tocado en suerte, cuando un buen día nos envió una carta invitándono...

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Érase una vez, un señor alcalde, democráticamente elegido, muy respetuoso con los derechos de los ciudadanos/as y con las ideas distintas a las suyas, que para ejercer sus decisiones utiliza formas agradablemente amenazadoras, métodos disuasorios, con los que tienes el privilegio de sentirte inexistente.Nosotras como asociación de mujeres tenemos el privilegio de haber vivido en carne propia estas maravillas de la condición humana. Disfrutando estábamos de un local, amablemente cedido por este "manojo de virtudes", que nos ha tocado en suerte, cuando un buen día nos envió una carta invitándonos, en el amplio plazo de cuatro días, a irnos con la música a otra parte. Le pedimos que reconsiderara su decisión y la respuesta fue un nuevo plazo de 30 días. Quince días antes de finalizado el mismo nos encontramos el local, lleno de "linda basurita', que nos impedía el acceso al local.

En realidad, lo que este buen hombre y su equipo de gobierno querían era que no nos fatigáramos tanto con las actividades que realizamos (conferencias, talleres, cinefórum, etcétera) y que suplen en parte la falta de política cultural de esta Corporación, así como que el molesto asociacionismo que nosotras ejercemos no se difunda.

Nos aconsejó: vosotras tranquilas, en casa, haciendo ganchillo, en bata y con los rulos puestos.

Así que recogimos nuestros enseres y libros, antes de que fueran a parar al contenedor de basuras, como ya ocurrió con otros libros de la biblioteca municipal y nos replegamos siguiendo sus "sabios consejos". Ante estos hechos, una se siente reconfortablemente humillada. Recomendamos a todos los españoles/as que pongan . un alcalde así en su vida.- y la Junta Directiva de la Asociación de Mujeres No te lo Calles. .

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