Cartas al director

Cal y arena

El pasado día 8 de mayo, olvidé la cazadora de mi hijo en uno de los asientos de uno de los coches de la línea 37. Pensar en su recuperación se me hizo una ilusión, pero llamé a las oficinas de la Empresa Municipal de Transporte. Un amable señor tomó nota de mi aviso e indicó que le llamara a los 15 minutos, que daría aviso por la emisora al conductor del probable coche que habíamos utilizado. A la hora convenida telefoneé a las oficinas. El mismo caballero me indicó que no le habían entregado nada al conductor, pero que me acercara al final de trayecto y preguntara en la caseta de la empresa....

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El pasado día 8 de mayo, olvidé la cazadora de mi hijo en uno de los asientos de uno de los coches de la línea 37. Pensar en su recuperación se me hizo una ilusión, pero llamé a las oficinas de la Empresa Municipal de Transporte. Un amable señor tomó nota de mi aviso e indicó que le llamara a los 15 minutos, que daría aviso por la emisora al conductor del probable coche que habíamos utilizado. A la hora convenida telefoneé a las oficinas. El mismo caballero me indicó que no le habían entregado nada al conductor, pero que me acercara al final de trayecto y preguntara en la caseta de la empresa. ¡Increíble!, al llegar a la caseta me encontré con un empleado de la EMT, con quien había estado hablando, y allí estaba la cazadora.Cal y gracias al conductor de aquel autobús, a ese empleado con quien quise celebrar mi alegría y que no aceptó, y gracias a mis paisanos madrileños por, a pesar de que estaba chispeando, no distraer la prenda.

Arena para los pensantes del Consorcio de Transportes de Madrid. Arena para aquellos que determinan no ser necesario reforzar el servicio los días de fútbol, por ejemplo, en las líneas del paseo de la Castellana, y, al revés de cualquier lógica, retrasan los intervalos de autobuses y el del metro.-

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