Las bibliotecas de Alcorcón llevan cuatro años sin comprar libros

La llegada de los exámenes de junio ha puesto de manifiesto una de las carencias culturales de Alcorcón (142.000 habitantes). Sólo tiene 200 puestos de lectura, repartidos en tres bibliotecas municipales, para atender a los 40.000 estudiantes de la localidad. La escasez de recursos también afecta a los fondos bibliográficos: desde hace cuatro años no se adquiere ningún libro, todos provienen de donaciones de particulares o de la Comunidad de Madrid.La falta de plazas hace que estos días se formen colas desde una hora antes de que se abran las puertas -las nueve de la mañana- Incluso algunos es...

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La llegada de los exámenes de junio ha puesto de manifiesto una de las carencias culturales de Alcorcón (142.000 habitantes). Sólo tiene 200 puestos de lectura, repartidos en tres bibliotecas municipales, para atender a los 40.000 estudiantes de la localidad. La escasez de recursos también afecta a los fondos bibliográficos: desde hace cuatro años no se adquiere ningún libro, todos provienen de donaciones de particulares o de la Comunidad de Madrid.La falta de plazas hace que estos días se formen colas desde una hora antes de que se abran las puertas -las nueve de la mañana- Incluso algunos estudiantes se ven obligados a ocupar las áreas infantiles -dotadas con sillas y mesas más bajas- para poder sentarse.

La escasez de dinero ha motivado también que los libros no se puedan renovar; así los lectores tienen que conformarse con textos ya caducos. Por ejemplo, en informática se carece de manuales explicativos sobre los últimos programas del mercado. En novela no se dispone de muchas obras de autores clásicos. Hay colecciones sin tapas y prácticamente inservibles para su consulta o lectura. Tampoco se adquieren diarios o revistas. Las únicas que existen son gratuitas o aportadas por los propios trabajadores. "Por faltarnos no tenemos ni papel higiénico en los servicios ni bolígrafos con los que escribir, nos los tenemos que traer de casa", comentó una de las empleadas, que no quiso dar su nombre.

Mientras, siguen cerrados dos centros que estaba previsto abrir. La biblioteca de Los Castillos de Valderas no se puede utilizar porque carece de las licencias de agua, electricidad y uso de los ascensores; conseguirlas depende de la Concejalía de Urbanismo. La de la Casa de la Cultura está totalmente dotada: tiene los muebles y los libros, pero la falta de personal (que compete a la Delegación de Recursos Humanos) impide su uso. "He pedido que se solucionen estos problemas hace mucho tiempo y no se me hace caso. Ya no sé a quién recurrir para poder abrir todos los centros que tenemos", comentó el edil de Cultura, Miguel Arranz.

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