Tribuna:

Recuperación matizada

La volatilidad se ha convertido en una norma de obligado cumplimiento para los mercados financieros y ayer el índice de la Bolsa de Madrid osciló 7,87 puntos, el 1,38%, para cerrar con un resultado neutro.Parte de esa tranquilidad final llegaba del Ministerio de Economía, con la publicación del producto interior bruto (PIB) del primer trimestre, que refleja un crecimiento del 2,9%, y el avance de la inflación de mayo, que recorta dos décimas el dato previo.

La Bolsa reaccionó enjugando las pérdidas del día, y gracias, porque la disposición de los inversores era más de esperar que de arr...

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La volatilidad se ha convertido en una norma de obligado cumplimiento para los mercados financieros y ayer el índice de la Bolsa de Madrid osciló 7,87 puntos, el 1,38%, para cerrar con un resultado neutro.Parte de esa tranquilidad final llegaba del Ministerio de Economía, con la publicación del producto interior bruto (PIB) del primer trimestre, que refleja un crecimiento del 2,9%, y el avance de la inflación de mayo, que recorta dos décimas el dato previo.

La Bolsa reaccionó enjugando las pérdidas del día, y gracias, porque la disposición de los inversores era más de esperar que de arriesgar. La contratación fue de 71.890 millones de pesetas, una de las más bajas de los dos últimos meses, cifra representativa del ejercicio de prudencia que están haciendo los inversores.

La situación en el mercado de deuda fue mejor, aunque hubo que esperar hasta el cierre del mercado para concretar posiciones. La rentabilidad a 10 años bajó 10 centésimas, hasta el 6,56%, y el diferencial con la deuda alemana descendió hasta los 0,79 puntos.

Y es que, frente a las expectativas de un índice de precios al consumo a la baja en España, estaba el crecimiento de dos décimas en la inflación de mayo en Alemania. Wall Street cerró su tercera sesión consecutiva en máximos históricos. Ayyer llegó a 7.539,27 puntos, con una ganancia de 60,77.

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