La oposición pide elecciones en Alemania y Kohl cierra filas para aprobar la revalorización del oro
El fin de semana no ha aportado sosiego a la crisis por la revaluación de las reservas de oro del Banco Federal alemán (Bundesbank), sino más bien un endurecimiento de las posiciones enfrentadas, mientras que el fantasma de una fase de inestabilidad política se cierne sobre Bonn. La socialdemocracia (SPD) pide nuevas elecciones ante la situación y, al mismo tiempo, el Gobierno de Kohl trata de cerrar filas para conseguir una mayoría para la ley que obligue al Bundesbank a revalorizar sus reservas de oro y dedicar los beneficios a amortizar la deuda derivada de la reunificación alemana.
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El fin de semana no ha aportado sosiego a la crisis por la revaluación de las reservas de oro del Banco Federal alemán (Bundesbank), sino más bien un endurecimiento de las posiciones enfrentadas, mientras que el fantasma de una fase de inestabilidad política se cierne sobre Bonn. La socialdemocracia (SPD) pide nuevas elecciones ante la situación y, al mismo tiempo, el Gobierno de Kohl trata de cerrar filas para conseguir una mayoría para la ley que obligue al Bundesbank a revalorizar sus reservas de oro y dedicar los beneficios a amortizar la deuda derivada de la reunificación alemana.
Según el semanario Der Spiegel, que aparece mañana, el presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, preconiza un acuerdo entre Francia y Alemania para aplazar la entrada en vigor de la moneda única europea. Durante el sábado reinó confusión en tomo a estas presuntas declaraciones, que un portavoz del semanario dijo no eran producto de una entrevista directa con Tietmeyer. Tardó en llegar un desmentido desde Francfort. A última hora de la tarde la agencia alemana DPA desmentía esa declaración de Tietmeyer. La agencia británica Reuter citaba a un portavoz del Bundesbank que aplazaba hasta el lunes una declaración sobre el tema.Por su parte, el ministro federal de Hacienda, el socialcristiano de Baviera Theo Waigel (CSU), que ayer cumplió 2.960 días en el cargo y batió la marca de permanencia, rechazó la idea del aplazamiento, de forma contundente y sin esperar la confirmación de Francfort. El ministro de Hacienda celebró su récord al frente de la difícil cartera con una excursión en bicicleta de 55 kilómetros por su región natal en Suabia, en el sur de Alemania. En los pueblos del trayecto los vecinos festejaban a Waigel con cerveza y música. No perdió la ocasión Waigel de tomar a chirigota su precaria situación y dijo en broma: "Declaraciones sobre dimisión después de las seis de la tarde". No obstante, Waigel lanzó un claro desafío a Tietmeyer, cuando dijo: "Yo no tengo ningún problema con Tietmeter, pero espero que del mismo modo que yo respeto sus competencias, él respete las competencias del poder legislativo".
El fantasma de la crisis flota sobre Bonn. El sensacionalista Bild Zeitung, un barómetro a la hora de captar estados de ánimo político, apareció ayer con un gigantesco titular en primera plana: "Crisis en Bonn. A Kohl y Waigel se les escapa su propia gente. ¿No hay mayoría para la ley del oro?". El presidente del mayor partido de oposición, el socialdemócrata Dakar Lafontaine (SPD) reclama, en una entrevista con Der Spiegel, elecciones inmediatas ante la incapacidad de la actual coalición de gobierno entre democristianos (CDU/CSU) y liberales (FEP) para gestionar la política económica y financiera.
Como una prueba palpable del nerviosismo en las filas de la coalición, se puede considerar una carta urgente que envió a sus diputados el jefe del grupo parlamentario democristiano en el Bundestag, Wolfgnag Schäuble, el delfín del canciller Helmut Kohl. En su carta, Schäuble toca a rebato, para cerrar filas y conseguir hacer entrar en vereda a posibles diputados díscolos. Ya un diputado de la CDU anunció que no votaría la ley que presenta la próxima semana el Gobierno para imponer al Bundesbank la revalorización de sus reservas de oro y divisas. En Bonn circula la versión de que varios diputados democristianos (CDU/CSU) podrían no votar la ley y esto equivaldría a una derrota del Gobierno de consecuencias difíciles de prever. Schäuble insiste en su carta a los diputados democristianos en la idea motriz que maneja el Gobierno estos días: la soberanía del Bundesbank es muy respetable, pero el poder legislativo también tiene la suya y ésta implica el derecho a imponer una ley que el banco central tiene que aceptar.
Escribe Scäuble que "la independencia del poder legislativo no tiene rango inferior a la del Bundesbank" y argumenta a favor de la conveniencia de una revalorización moderada de las reservas ya este mismo año. Según el líder parlamentario democristiano, el proyecto de ley que se presenta al Bundestag no contiene ningún peligro para la estabilidad del marco, ni supone una injerencia en la independencia del Bundesbank.
Para Bild Zeitung, la coalición que gobierna en Bonn se mueve "en el filo de la navaja". El periódico recoge opiniones de varios diputados liberales (FDP), que dan rienda suelta a su descontento con el socio mayor, los democristianos (CDU/CSU). El FDP no está dispuesto a hacer la menor concesión para aceptar subidas de impuestos destinadas a tapar los agujeros en el presupuesto de este año y sobre todo los que se avecinan en el de 1998. Un diputado liberal, Jürgen Koppelin, experto en presupuesto, acusa a Waigel poco menos que de haberles engañado, al hacerles creer que la revaluación del oro y las reservas estaba acordada y del todo aclarada con el Bundesbank.