Cartas al director

Granito de arena

Me dirijo a EL PAÍS en la esperanza de que, con mi granito de arena y su ayuda, los ciudadanos recuerden que mi ciudad también tiene un sitio en el mapa. Pero vamos al grano, o granito, de arena.Escucho -por qué no decirlo- con indignación cómo el nombre de la avenida de Guadalajara (situado en Madrid) va a sustituirse por el de avenida de Montecarlo. Hasta aquí la noticia simplemente me habría molestado, pero mi malestar viene cuando el motivo expuesto para este cambio es que el nombre de Guadalajara se relaciona con la delincuencia. Pues bien, si he de admitir que Guadalajara no tiene nada d...

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Me dirijo a EL PAÍS en la esperanza de que, con mi granito de arena y su ayuda, los ciudadanos recuerden que mi ciudad también tiene un sitio en el mapa. Pero vamos al grano, o granito, de arena.Escucho -por qué no decirlo- con indignación cómo el nombre de la avenida de Guadalajara (situado en Madrid) va a sustituirse por el de avenida de Montecarlo. Hasta aquí la noticia simplemente me habría molestado, pero mi malestar viene cuando el motivo expuesto para este cambio es que el nombre de Guadalajara se relaciona con la delincuencia. Pues bien, si he de admitir que Guadalajara no tiene nada de ostentoso como Montecarlo, también he de apuntar que mi ciudad es un lugar tranquilo, donde la vida transcurre apacible y a donde invito a cualquiera que quiera comprobarlo.-

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