EL EURO QUE NO CIRCULÓ
El afán de los coleccionistas y los turistas a la caza de recuerdos curiosos ha limitado al mínimo la circulación del euro en Berlín, donde en las dos últimas semanas se ha experimentado con la futura divisa europea como moneda de pago en comercios, cafeterías y restaurantes. La mayoría de las 1,2 millones de monedas acuñadas por el Landesbank Berlin para la campaña de promoción del euro en la capital alemana, que finalizó ayer, han ido a parar a los álbumes de los aficionados a la numismática y a los bolsillos de los turistas que desean llevarse de Berlín un recuerdo exótico. Pese a todo, los...
El afán de los coleccionistas y los turistas a la caza de recuerdos curiosos ha limitado al mínimo la circulación del euro en Berlín, donde en las dos últimas semanas se ha experimentado con la futura divisa europea como moneda de pago en comercios, cafeterías y restaurantes. La mayoría de las 1,2 millones de monedas acuñadas por el Landesbank Berlin para la campaña de promoción del euro en la capital alemana, que finalizó ayer, han ido a parar a los álbumes de los aficionados a la numismática y a los bolsillos de los turistas que desean llevarse de Berlín un recuerdo exótico. Pese a todo, los organizadores de la acción con motivo de la Semana de Europa consideran que la campaña de promoción del euro ha sido todo un éxito, ya que la futura moneda única ha estado en boca de los berlineses durante los últimos 15 días. El Landesbank Berlin comenzó a emitir con ese fin hace dos semanas monedas de 1,5, 2,5 y 10 euros, a un cambio, respectivamente, de 3, 5 y 20 marcos, con la cifra rodeada por las estrellas de la bandera europea en el reverso y la puerta de Brandeburgo como motivo en el anverso. Las oficinas de la caja de ahorros local fueron las encargadas de poner en circulación los euros en Berlín, primera gran capital europea que realiza el experimento de comerciar con la moneda única europea. Grandes almacenes y comercios se sumaron a la campaña con ofertas en marcos y euros, y algunos restaurantes llegaron a imprimir las cartas de sus menús con los precios en la futura divisa continental.-