Adiós al maratón
El día después de la 20ª edición del Maratón Popular de Madrid me he enterado por la prensa de la intención de nuestro alcalde de modificar sustancialmente su recorrido y final, argumentando que el público y los corredores dejan destrozado el recinto del Retiro. Esta afirmación, de entrada, ofende. No creo que ensuciemos más que los visitantes de un fin de semana. Me parece una argumentación pobre y que oculta alguna otra intención.Otras ciudades importantes, con mucha más participación, están orgullosas de sus maratones y no dudan en utilizar las zonas emblemáticas para diseñar los recorridos...
El día después de la 20ª edición del Maratón Popular de Madrid me he enterado por la prensa de la intención de nuestro alcalde de modificar sustancialmente su recorrido y final, argumentando que el público y los corredores dejan destrozado el recinto del Retiro. Esta afirmación, de entrada, ofende. No creo que ensuciemos más que los visitantes de un fin de semana. Me parece una argumentación pobre y que oculta alguna otra intención.Otras ciudades importantes, con mucha más participación, están orgullosas de sus maratones y no dudan en utilizar las zonas emblemáticas para diseñar los recorridos.
Un compañero me hizo la siguiente reflexión: "0 el maratón se convierte en algo de la ciudad o la ciudad terminará echando al maratón". Creo que, hoy por hoy, la ciudad está intentando echar al maratón.
Me pregunto si todo no se reducirá a un simple motivo político de popularidad en el voto o que nuestro alcalde es muy selectivo a la hora de permitir ciertas manifestaciones populares.
El maratón es una manifestación deportiva en la que difícilmente tienen cabida elementos conflictivos (léase personas) que, arropándose en la masa, realizan actos reprobables. Los corredores populares nunca, nos hemos opuesto a que se utilice gratuitamente nuestra imagen por parte de otras personas u organismos gubernamentales y no gubernamentales que defienden determinados valores humanos.
Llevo los seis últimos años corriendo el maratón de Madrid y los cinco anteriores ayudando a corredores. Y creo que la dureza del recorrido engrandece la belleza del mismo, dándole un sello personal al maratón de Madrid. . La euforia de finalizar esta última edición me ha sido apagada con el mismo manzazo que nos cae a los corredores en el kilómetro 30 al enterarme de que el recorrido para el año que viene no iba a ser el mismo. Adiós a la cuesta de las Acacias, al Aleluya de Jorge Federico Haendel en Príncipe de Vergara; adiós al Retiro. Si es así, dudosamente correré los siguientes maratones.
En el 30, el muro, y en el 20, el manzazo. Cuidado con la Feria de San Isidro en la pradera, la Feria del Libro, la cabalgata de Reyes... Pueden correr la misma suerte.- .