"Ni un 'maldito' clavel"

Como cada primer domingo de mayo, la concejal que preside el distrito de Puente de Vallecas, Eva Durán (PP), levantó ayer la veda a los floristas ambulantes y permitió que en el Día de la Madre instalaran sus puestos a ambos lados de la avenida de la Albufera. Con la venia municipal, unos 30 floristas instalaron en plena calle sus cubos a reventar de claveles, rosas y clavelinas. "Pero na, ni un mardito clavel que he vendido en toda la mañana. Con el puente, la gente se ha ido fuera y no compran nada", se quejaba Juan José Fernández. Los siguientes 200 metros, hacia arriba o haci...

Como cada primer domingo de mayo, la concejal que preside el distrito de Puente de Vallecas, Eva Durán (PP), levantó ayer la veda a los floristas ambulantes y permitió que en el Día de la Madre instalaran sus puestos a ambos lados de la avenida de la Albufera. Con la venia municipal, unos 30 floristas instalaron en plena calle sus cubos a reventar de claveles, rosas y clavelinas. "Pero na, ni un mardito clavel que he vendido en toda la mañana. Con el puente, la gente se ha ido fuera y no compran nada", se quejaba Juan José Fernández. Los siguientes 200 metros, hacia arriba o hacia abajo, estaban tomados por la familia de Fernández: la abuela, la madre y las sobrinas. Con gracia, intentaban endosar a todo el que se acercaba al menos "una docenita de claveles". "A quinientas pesetas, señor", suplicaba la abuela. Ni por ésas.A su lado, su nieta Verónica, de nueve años, razonaba muy seria: "La gente se olvida de las pobres madres". Otro vendedor, Ramón Jiménez, se quejaba de la espantada de los madrileños. "Se han ido todos fuera y no he sacado ni para pagar las flores. La gente también prefiere pagar más en la tienda". En la calle, las 12 rosas estaban a 1.000 pesetas. Una floristería de Vallecas vendía la docena a 5.000 pesetas.