Tribuna

En Italia tiene más mérito

Poca elaboración. Fue trepidante el ritmo que adquirió el partido en la primera mitad. Los italianos pronto se hicieron dueños de la zona ancha gracias a su fortaleza y agresividad en la recuperación del balón. Mientras, el Barcelona, sin necesidad de una gran elaboración, llegaba con peligro de gol.Lo decisivo. Giovanni había dado el primer aviso minutos antes de que Couto pusiera muy favorable el partido con un soberbio cabezazo. La genialidad de Guardiola llevó la tranquilidad y, la expulsión de Oliveira, el mejor jugador italiano y el que más peligró llevó, sentenció la elimi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Poca elaboración. Fue trepidante el ritmo que adquirió el partido en la primera mitad. Los italianos pronto se hicieron dueños de la zona ancha gracias a su fortaleza y agresividad en la recuperación del balón. Mientras, el Barcelona, sin necesidad de una gran elaboración, llegaba con peligro de gol.Lo decisivo. Giovanni había dado el primer aviso minutos antes de que Couto pusiera muy favorable el partido con un soberbio cabezazo. La genialidad de Guardiola llevó la tranquilidad y, la expulsión de Oliveira, el mejor jugador italiano y el que más peligró llevó, sentenció la eliminatoria.

Guardiola. Si algo realza más a este excepcional jugador, es la disposición que tiene para las tareas amargas y sufridas. Trabajó a destajo tapando todos los huecos que dejaban sus compañeros de línea. Además, sintió el aliento de los italianos sobre su espalda cada vez que cogía la pelota. Dejó su firma en Florencia para el que pueda interesar.

Más información

El mal perder. Los jugadores, acostumbrados a los sobresaltos en algunas dependencias de la casa, se comportaron como si no fuera con ellos y consiguieron el objetivo. Remontar una eliminatoria en un campo italiano sabiendo su mal perder, tiene un mérito enorme.

Archivado En