Los asaltantes del 'pub' de Portugal querían matar a sus víctimas

Los tres encapuchados que incendiaron el miércoles un bar de alterne en Amarante (norte de Portugal) no sólo querían destruir el local, sino matar premeditadamente y a sangre fría. Los asaltantes rociaron con gasolina y prendieron fuego a uno de los propietarios del pub y a una de las empleadas. Antes de iniciar su huida obstruyeron la puerta principal para que nadie pudiera salvarse de las llamas. Murieron 12 personas y otras 14 resultaron heridas. La reconstrucción policial de los hechos confirma que los encapuchados querían provocar una matanza y sostiene las sospechas de que una red de pro...

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Los tres encapuchados que incendiaron el miércoles un bar de alterne en Amarante (norte de Portugal) no sólo querían destruir el local, sino matar premeditadamente y a sangre fría. Los asaltantes rociaron con gasolina y prendieron fuego a uno de los propietarios del pub y a una de las empleadas. Antes de iniciar su huida obstruyeron la puerta principal para que nadie pudiera salvarse de las llamas. Murieron 12 personas y otras 14 resultaron heridas. La reconstrucción policial de los hechos confirma que los encapuchados querían provocar una matanza y sostiene las sospechas de que una red de proxenetas encargó el sádico "ajuste de cuentas" para "defender su territorio".El gerente del Mea Culpa, Manuel Amaral, describe así la acción de los encapuchados: "Fue todo muy rápido y muy eficiente. Los asaltantes actuaron como si se hubiese abierto la puerta a unos perros rabiosos". Amaral consiguió escapar de la llamas aprovechándose, de un descuido de los encapuchados.

Menos suerte tuvo uno de lo propietarios del bar, Toni Almeida, quien fue descubierto en un de los camerinos. "Me regaro con gasolina", dice desde el hospital, "y me prendieron fuego mientras me gritaban como salvajes: '¡Muere, Toni!".

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