El cierre de la M-40 elimina un 20% del tráfico de la autovía de La Coruña

La apertura del último tramo de la carretera de circunvalación. M-40, el que discurre junto a la tapia del monte de El Pardo, ha aliviado el tráfico de la carretera de La Coruña (NVI). Desde diciembre pasado, cuando entraron en servicio los últimos 3,5 kilómetros de la ronda, la circulación en la N-VI y en su carril rápido (Bus-vao) ha disminuido en las horas de máxima afluencia de vehículos en un 20%, según explicó el director del Centro de Gestión de Tráfico, Luis Alberto Hernández. "Ha habido un cambio en el comportamiento de los conductores de la carretera de La Coruña", señaló."Antes, la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La apertura del último tramo de la carretera de circunvalación. M-40, el que discurre junto a la tapia del monte de El Pardo, ha aliviado el tráfico de la carretera de La Coruña (NVI). Desde diciembre pasado, cuando entraron en servicio los últimos 3,5 kilómetros de la ronda, la circulación en la N-VI y en su carril rápido (Bus-vao) ha disminuido en las horas de máxima afluencia de vehículos en un 20%, según explicó el director del Centro de Gestión de Tráfico, Luis Alberto Hernández. "Ha habido un cambio en el comportamiento de los conductores de la carretera de La Coruña", señaló."Antes, la gente de la zona de Pozuelo y alrededores que quería desplazarse por ejemplo a la zona este y no quería atravesar el centro de la ciudad, utilizaba siempre la M-30. Ahora, puede desplazarse a esa zona por el nuevo tramo de la M-40. Con lo que al haber una menor demanda de la M-30 ha habido una disminución en las retenciones habituales de Puerta de Hierro", explicó Hernández.

Más información

Los responsables de Tráfico, ante el primer estudio comparativo efectuado a los tres meses de estar abiertos a la circulación los 63 kilómetros de esta autovía circular, coinciden en algo: "La M-40, al igual que ocurre con todas las carreteras, todavía no está consolidada. Los conductores la están probando, está en fase pendular hasta que cree costumbre".

Las cifras demuestran que en lo que va de año, por la zona oeste de la M-40 -entre la salida de Boadilla y el enlace con la carretera de La Coruña- pasa el doble de vehículos que cuando estaba incompleta. En 1996, 11.870 coches recorrían cada día como media ese tramo en sentido norte (de la salida de Boadilla a la N-VI). De diciembre a marzo ha recorrido ese mismo trayecto una media de 22.851 automovilistas.

Por la misma zona, pero en dirección sur, pasó el año anterior una media de 12.342 conductores. En los tres últimos meses, esta cifra ha aumentado a 28.217 coches.

A pesar de este aumento, la zona norte todavía no registra los atascos que padecen los conductores que cada día atraviesan el nudo sur de la M-40. "Afortunadamente, no se producen retenciones. Sólo hay tráfico denso, pero sin agobios", explicó Hernández.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Cruces con problemas

La M-40 regala 15 minutos de sueño cada día a cientos de conductores del oeste

Hay dos cruces a lo largo de los 63 kilómetros de la M-40 que ponen a prueba la paciencia de los conductores: la incorporación en sentido salida a la carretera de Valencia (N-III), y el nudo en ambos sentidos con la autovía de Extremadura (N-V). Para intentar acabar con los atascos, el Ministerio de Fomento tiene planes para ambos.A comienzos de abril, comenzarán las obras de ampliación de la calzada, con la incorporación de una carril más, en el cruce con la N-V, entre los kilómetros 10 a 14. Además, los conductores dispondrán de mayor espacio, debido a que el tráfico hacia las localidades de San José de Valderas y San Martín de Valdeiglesias se desviará a través de una nueva calzada individual de dos carriles. El presupuesto es de 950 millones de pesetas, y las obras duraran un año.

Los trabajos de mejora en el enlace de la M-40 con la carretera de Valencia comenzaron a finales del año pasado. En este momento, se está ampliando la vía de servicio, a la altura del polémico cruce. Lo que se persigue, según ha explicado el jefe de la Demarcación de Carreteras de Madrid, Roberto Alberola, es independizar, con la ayuda de un paso inferior, los enlaces con la M-40. "Se pretende no mezclar el tráfico que se incorpore a la N-III con el que ya circula por ella", señaló.

Sobre la firma

Archivado En