Dos bandos
Ante la creciente indignación por los ataques vertidos contra su empresa que no paran de subir de tono, como lectora fiel a su periódico desde su fundación, y aunque no sea abonada a Canal +, quiero participar. Confiaba en el cambio de poderes bipartidista y me parecía sano. Lo que está sucediendo con el principal medio de comunicación escrito de nuestro país es para preocuparse. Fuera de España en Europa y Norteamérica-, he oído muchas veces referirse a EL PAÍS como nuestro mejor periódico, comparable en calidad a Le Monde o a otros de primera línea, norteamericanos o europeos.A lo...
Ante la creciente indignación por los ataques vertidos contra su empresa que no paran de subir de tono, como lectora fiel a su periódico desde su fundación, y aunque no sea abonada a Canal +, quiero participar. Confiaba en el cambio de poderes bipartidista y me parecía sano. Lo que está sucediendo con el principal medio de comunicación escrito de nuestro país es para preocuparse. Fuera de España en Europa y Norteamérica-, he oído muchas veces referirse a EL PAÍS como nuestro mejor periódico, comparable en calidad a Le Monde o a otros de primera línea, norteamericanos o europeos.A los españoles nos ha ayudado a formarnos una mentalidad moderna y a sensibilizamos en multitud de temas. Una vez he sentido que no estaba del todo en la línea: ante los escándalos en cadena por abusos de poder -ampliamente avanzados por otra prensa-, pareció tardar en manifestarse. No duró mucho, porque una mañana leí con gran satisfacción un amplio editorial en el que quedaba plenamente definida la independencia del medio. Los ataques que se están produciendo ahora no atañen sólo a la calidad profesional, sino a contrapesos de poder y a un intento de control. Esto es lo denunciable.
Les propongo, en clave de humor, una salida imaginativa: ¿por qué no actúan ustedes como una ONG y forman cuadros de voluntarios? No darían abasto. ¡Somos ya "masas de pensantes" los que les apoyamos!-