La CEOE suaviza su propuesta sobre despido para mantener abierto el diálogo con los sindicatos

La organización empresarial CEOE logró ayer mantener abierto el diálogo con los sindicatos sobre la reforma laboral al suavizar su propuesta para modificar y abaratar las condiciones legales que regulan el despido. En una reunión de ocho horas, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, y los líderes de CC OO y UGT, Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, respectivamente, lograron en el último momento evitar una ruptura que parecía cantada el fin de semana pasado. La CEOE parece dispuesta a retirar su propuesta para facilitar los despidos colectivos y el abaratamiento de las indemnizaciones.
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La organización empresarial CEOE logró ayer mantener abierto el diálogo con los sindicatos sobre la reforma laboral al suavizar su propuesta para modificar y abaratar las condiciones legales que regulan el despido. En una reunión de ocho horas, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, y los líderes de CC OO y UGT, Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, respectivamente, lograron en el último momento evitar una ruptura que parecía cantada el fin de semana pasado. La CEOE parece dispuesta a retirar su propuesta para facilitar los despidos colectivos y el abaratamiento de las indemnizaciones.

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Los interlocutores barajan también la creación de una Comisión Nacional de Empleo, que con participación de empresarios, sindicatos y Gobierno, efectúe un control permanente de los desajustes del mercado laboral. La negociación continuará hoy. Cuevas, Méndez y Gutiérrez tomaron el toro por los cuernos y centraron el debate en el bloque más espinoso, la reforma de las condiciones de despido. La contratación ha quedado aparcada, de momento, hasta que sindicatos y empresarios decidan si es posible despejar el terreno cargado de minas de la rescisión de contratos.De 12 de la mañana a ocho y media de la tarde, unos y otros pusieron en la mesa los puntos de discordia. Y la patronal movió ficha y mostró su voluntad de retirar uno de los puntos que más rechazo suscitó en los sindicatos, el de los despidos colectivos, que antes pretendía justificar "cuando contribuyan a procurar razonablemente un buen funcionamiento de la empresa". También parece dispuesta a retirar la propuesta de reducir las indemnizaciones de 45 a 25 días por año trabajado para los despidos considerados objetivos, aunque no estén suficientemente justificados. Con este movimiento táctico, el diálogo volvió al punto de hace semanas. Ahora, sindicatos y empresarios tratarán de pactar las causas objetivas de los despidos individuales.

Las redacciones del acuerdo estudiadas ayer fueron muchas, pero también aquí la confederación empresarial parece abierta a cambiar la fórmula presentada la semana pasada, demasiado genérica para los sindicatos. La actitud flexible de los empresarios permite vaticinar que ahora puede haber margen para alcanzar en breve un principio de acuerdo.

El secretario general de CEOE, Juan Jiménez Aguilar, y los dirigentes de CC OO y UGT, Fernando Puig y Toni Ferrer, sin revelar los contenidos de sus conversaciones, coincidieron a última hora de la noche en que "todos" están "haciendo el máximo esfuerzo para llegar a un acuerdo razonable y equilibrado". Y añadieron que la firme voluntad de ambas

Partes es "alcanzar una posición común", para lo que se tomarán el tiempo que sea necesario."Ofertas equilibradas"

Por la mañana, dos horas antes del encuentro con los líderes sindicales, Cuevas ofreció una conferencia de prensa para salir al paso de las críticas lanzadas desde CC 00 y UGT durante el fin de semana. Reafirmó la voluntad inequívoca de lograr un acuerdo y negó que sus propuestas estén cargadas de "inmovilidad y dureza" respecto a posiciones anteriores. Cuevas aseguró que se trata de "ofertas equilibradas" y reconoció que, en relación a nuevas fórmulas de contratación, las discrepancias son menores de lo que eran sobre el abaratamiento del despido.

El presidente de CEOE dio la pista de lo que se puede convertir en una vía de encuentro, la creación de una Comisión Nacional de Empleo en la que trabajarían juntos empresarios, sindicatos y el Ejecutivo. Su objetivo sería "una permanente evaluación sobre los efectos positivos y los indeseados" de la reforma que se pacte.

Ese órgano de debate, de reflexión o, en su caso, de consenso, se fijaría la meta de "configuar no un proceso cerrado de reforma laboral, sino un proceso abierto". Cuevas lo justificó curándose en salud: "Quizás en una primera etapa no se pueda abordar todo".

Lo que se intuye es un órgano para tranquilizar a unos y a otros; a quienes crean que la reforma laboral ha sido demasiado suave y a los que juzgen, al contrario, que los cambios son excesivos. La nueva Comisión Nacional de Empleo trataría de lanzar un mensaje a ambas partes que Cuevas sintetizó así: "Vamos a seguir trabajando". O sea, que nadie se inquiete.

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