Cartas al director

Luces y sombras

Pasado ya algo de tiempo desde la muerte de los tres cooperantes españoles en Ruanda, pueden hacerse algunas reflexiones sobre las luces y sombras de las ayudas humanitarias a los países empobrecidos. En un momento en que las organizaciones políticas no gozan, en términos generales, de la adhesión mayoritaria de los ciudadanos, y las instituciones se perciben alejadas de los problemas diarios, desde la sociedad civil han crecido, como forma de respuesta e implicación social, las ONG. Sin duda, la mayoría de ellas tienen objetivos altruistas y generosos que dan a la organización y a sus miembro...

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Pasado ya algo de tiempo desde la muerte de los tres cooperantes españoles en Ruanda, pueden hacerse algunas reflexiones sobre las luces y sombras de las ayudas humanitarias a los países empobrecidos. En un momento en que las organizaciones políticas no gozan, en términos generales, de la adhesión mayoritaria de los ciudadanos, y las instituciones se perciben alejadas de los problemas diarios, desde la sociedad civil han crecido, como forma de respuesta e implicación social, las ONG. Sin duda, la mayoría de ellas tienen objetivos altruistas y generosos que dan a la organización y a sus miembros un carácter amable. Sin embargo, toda esta proliferación de ayudas humanitarias no hace sino intentar tapar grietas y paliar algo de la miseria que nuestro flamante sistema económico genera. Parece un poco absurdo que, mientras las leyes del comercio internacional impuestas por los países ricos sumen en la pobreza a millones de seres humanos, otros tantos ciudadanos de aquellos países realicen voluntariosamente una ligera acción balsámica sin que, por parte de unos ni de otros, se cuestione que la única manera de terminar con los males de los países del Sur es con justicia en las relaciones internacionales y en la distribución de la riqueza. Mientras que no se luche por eso sin ambigüedades, seguiremos enviando cientos y cientos de cooperantes a los países más pobres sin cuestionar las causas queprovocan su malvivir. Pero en el mientras tanto, y entre la degradación de la violencia y la indiferencia cotidiana, la muerte de estas tres personas que habían hecho motivo de su vida la entrega a los demás no es de ningún modo estéril.Además de su ejemplo, con su sangre han dado más nobleza y dignidad al género humano.-

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