Como un flan

Los inversores no son los únicos que están nerviosos en el mercado. También los operadores son de vez en cuando víctimas de la agitación. La jornada empezó con el error de un operador que vendió 200.000 argentarias con un recorte del 15% en el precio, en los primeros segundos de negociación. La cosa no fue a más y la sesión discurría tranquila y a la baja, hasta que la apertura de Wall Street con orientación alcista dio el banderazo de salida y el índice general remontó 11,48 puntos, un 2,49%. Nueva York cerró luego con pérdida de 10,77 puntos.Todo iba bien hasta que en los segundos fin...

Los inversores no son los únicos que están nerviosos en el mercado. También los operadores son de vez en cuando víctimas de la agitación. La jornada empezó con el error de un operador que vendió 200.000 argentarias con un recorte del 15% en el precio, en los primeros segundos de negociación. La cosa no fue a más y la sesión discurría tranquila y a la baja, hasta que la apertura de Wall Street con orientación alcista dio el banderazo de salida y el índice general remontó 11,48 puntos, un 2,49%. Nueva York cerró luego con pérdida de 10,77 puntos.Todo iba bien hasta que en los segundos finales se cayeron las cotizaciones de siete valores y los índices sufrieron un bajón que cortó la respiración a todos los que habían tomado posiciones en la media hora anterior, cuando los precios estaban más calientes. Tras unos momentos de deliberación, la operación se dio por buena y se cerró una semana que ha destacado por la enorme volatilidad del mercado.

La bolsa española atraviesa un mal momento y el nerviosismo de unos y los intereses de otros parecen justificados, debido a las oscilaciones. En pocos minutos el mercado da la vuelta, sin criterios, ya que tanto puede ser por la subida de otra bolsa como por el miedo a que baje. En el mercado de deuda, el bono de referencia recortó su rentabilidad al 6,66%, mientras el diferencial con Alemania se situaba en el 0,92%.